Atrevida ignorancia

MANUEL SALAS
POZOBLANCO


No puedo por menos que sorprenderme de lo atrevida que es la ignorancia. Por ello he tenido que releer dos veces más el artículo de Arturo Luna Briceño para poder determinar si es ignorancia o maldad; concluyendo que tiene más de lo segundo que de lo primero. Me explico. El artículo mezcla la restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la celebración del 4º Centenario de la Hermandad, añade una de las leyendas publicada en una revista y finaliza atacando a D. Juan Aranda Doncel. Con el fin de poder aclarar las ideas voy a organizar un poco el artículo.

Comienza hablando de la restauración de la imagen: “En el año 2004 los restauradores de la imagen, dijeron que era sevillana y posiblemente de factura del taller de La Roldana. […] La fecha que dieron de su antigüedad, más o menos, a finales del siglo XVII o principios del XVIII”. Todo lo que menciona a este respecto está lleno de imprecisiones y errores. En primer lugar la imagen se restaura entre los años 2000 y 2001, momento en el que el restaurador D. Joaquín Cruz Solís se encuentra con la talla y puede hacer un análisis más detallado. ¿Menciona Arturo el año 2004 para poder emborronarlo todo con lo que luego quiere decir sobre el 4º Centenario?

Continúa hablando de la antigüedad de la talla, lo que no menciona es que tanto los hermanos Cruz Solís, los profesores Francisco Arquillo, Sebastián Santos o el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico la datan en el Primer cuarto del siglo XVII. ¿Altera Arturo las fechas para poder presumir de que ha aprendido que los ojos de cristal se comenzaron a colocar en las imágenes a partir de mediados del siglo XVII? o por el contrario ¿Altera Arturo las fechas para demostrar sus grandes conocimientos de imaginero y a su vez demostrar la poca cualificación de todos los especialistas que he mencionado con anterioridad? 



Finaliza este apartado diciendo “Aceptada la hipótesis de que la imagen de Jesús Nazareno procedía de un taller sevillano, se comenzó a restaurarla sin más requisitos”.  Sobre esto indicar que no entiendo lo que tienen que ver las churras con las merinas. La imagen se lleva a restaurar porque necesita ser restaurada. Que proceda de un taller sevillano o de uno murciano no altera el hecho de que la imagen necesita ser restaurada y por ello se busca el que se considera el mejor taller que existe en España para restaurar esta imagen tan antigua. ¿O es que Arturo opina que si es sevillana hay que llevarla a Sevilla y si es murciana hay que llevarla a Murcia?

Sobre el 4º Centenario indica: “Para que todo encajara la Hermandad de Jesús Nazareno fundada en 1954, se dispone a celebrar su Cuarto Centenario y para ello edita una revista a principios del 2005, con la sana intención de hacer cuadrar la historia con la hipótesis de los restauradores de la imagen”. Aquí lo que hay es claramente maldad. Básicamente porque data la fecha de fundación de la hermandad en el año 1954 y piensa que la misma celebra el Cuarto Centenario y edita la revista con la intención de cuadrar la hipótesis de los restauradores. ¿No sería más sencillo Arturo indicar que se celebra el 4º Centenario porque la hermandad fue fundada en 1605 (según el libro de pellejo de la hermandad; consta que lo conoces ya que lo mencionas) y que se edita una revista en el año 2005 (4 años después de la restauración) en la que se recoge lo que han indicado los restauradores? O ¿Es que tienes pruebas de que la hermandad fue fundada en 1954? Esto último sería revelador ya que muchos de los hermanos de Jesús Nazareno me tienen que aclarar a qué hermandad estaban ellos apuntados cuando me dicen que llevan más de 70 años de hermanos y que les apuntó su padre que ya era hermano entonces.

Sobre las leyendas: “Comienzan por publicar una Leyenda, que ellos mismos no se la creen y le escriben una nota al margen”. Respecto a esto no sé si es mejor la leyenda que ellos cuentan o la que Arturo cuenta (¡con príncipe incluido!). Yo me quedo con la de ellos porque me parece más honesto poner una nota al margen indicando que es una leyenda frente a lo que pretende Arturo que es que nos creamos su leyenda porque la de ellos es falsa. Por cierto según la leyenda de Arturo la imagen ya está viajando un siglo antes de tallarse ¿Es más fidedigno el valor de una leyenda o la datación que realizan hoy los investigadores con los medios avanzados de que disponen?

Sobre el cuadro le voy a responder a su pregunta como usted responde a los hechos y datos científicos: “¿Cómo se pudo pintar tomando como modelo a la imagen de Jesús Nazareno de Pozoblanco un cuadro en 1622, si según la leyenda que publican la imagen se esculpió años después de 1685, en que se fundó el Hospital?” Afirma que el modelo fue la actual talla pero yo le confirmo que no era la talla actual el modelo que se usó para el retrato. No tengo ninguna prueba de que esto era así pero usted tampoco tiene ninguna prueba de lo contrario y yo como olivicultor experimentado confirmo que esto es así.

A estas alturas del artículo ya tengo mis propias conclusiones sobre lo que pretende con el mismo y el último párrafo viene a ratificar las mismas. En él ataca a la publicación y al director académico del consejo de dirección. En cuanto al director académico entiendo que no tiene necesidad de que nadie lo defienda ya que se puede defender solo. Sin embargo deseo hacer la apreciación de que D. Juan Aranda Doncel es titulado en Geografía e Historia, en Ciencias de la Educación y en magisterio, Catedrático de Geografía e Historia y miembro de la Real Academia de Córdoba. Por lo cual, no es que él se considere un experto, sino que la comunidad científica lo considera como uno de los principales estudiosos de la religiosidad popular andaluza y más concretamente de las Hermandades y cofradías.

También manifiesta que es un desaguisado y echa en cara que “el consejo de redacción no se hace responsable de las opiniones expresadas en esta publicación”, cosa que veo lógica ya que si D. Miguel Cardador (Presidente-Editor) se hiciera responsable de las opiniones de colaboradores como Arturo tendría menos respeto social del que actualmente goza. Y esto me lleva a escribir esta carta al director ya que

Arturo nos ha amenazado con seguir entremetiendo y llenando las páginas con más datos, desinformaciones, maldades y falacias en la única prensa escrita que se publica en la comarca. A mi entender, o se aporta un mínimo de seriedad por parte de estos pseudohistoriadores o esta publicación debe de buscar historiadores o cronistas que aporten informaciones veraces y contrastadas ya que todo lo demás es confundir a los lectores y sumirlos en un pozo de ignorancia. Soy un amante de la HISTORIA, pero historia con mayúsculas. Historia rica que tiene nuestra comarca a espuertas y también, como no, historia controvertida y llena de hipótesis. Pero hipótesis fundamentadas que nos ilustren y aporten valor.

Cuando lean esta carta y su orgullo les lleve a contestarla, no se molesten en hacerlo puesto que les digo de antemano lo que decían los mayores de mi pueblo “Pa ti la perra gorda”; yo después de tres años abandono la lectura de este libelo.



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