Mario, el entrenador que supo hacer un equipo de cantera

EMILIO GÓMEZ 
POZOBLANCO


El Pozoblanco destituyó a Mario Rojas esta semana. Sólo habían pasado cinco jornadas de liga. Se pone de esta manera punto y final a estos dos años y poco de Mario en el banquillo pozoalbense. Ha tenido esta época cosas buenas y no tan buenas. En lo positivo, Mario fue capaz de hacer un equipo de jugadores de la casa que apenas habían tenido minutos en el primer equipo del Pozoblanco. Fran, Valentín, Migue Márquez, Sancho, Ángel, Félix y varios más, no habían tenido continuidad en el equipo. Alguno ni siquiera había vestido la camiseta del primer equipo. En el primer año se estuvo a punto de permanecer en Tercera. Faltó el gol ante el Arcos. Ese año, la afición se identificó con el equipo al ser jugadores locales.

El club sacó rendimiento a ese ambiente de fútbol y también fue limpiando la deuda que tenía arrastrada. Sería injusto no reconocer que Mario hizo un equipo de la nada, cogiendo a un equipo que estaba en una situación complicada económicamente. Otra cosa es si los resultados han podido ser mejores y si Mario a veces no tuvo la tranquilidad necesaria para luchar con situaciones adversas. Sabía siempre Mario que es difícil ser entrenador en la tierra de uno y mucho más si no se echa las cosas a la espalda. Es así. De Mario hay que coger lo bueno que hizo. A la gente no le importa en exceso la categoría en la que estés. Le importa que el proyecto sea de casa. Han sido tantos años de jugadores foráneos sin pena ni gloria que la gente no quería que el Pozoblanco fuera un equipo de futbolistas foráneos, de igual calidad y que no habían sido criados aquí. Sólo venían para jugar el domingo cada 15 días.

El año pasado se pudo ascender. Se estuvo a un paso. Fue una pena. Tenemos que tener muy presente que para subir de categoría se necesita poder económico y mucha suerte. No solo es cuestión de entrenador. Si el Espeleño está pagando a futbolistas con un buen sueldo y trabajo, lleva ventaja. Si el Espeleño tiene más cercanía con Córdoba, lleva ventaja. Hay que hacer muchas más cosas para ascender.

Lejos quedan los años grises del Pozoblanco. Fueron aquellos en los que se les pagó fortunas a jugadores. De los errores se aprende. Pilló también que el mayor esfuerzo económico que hizo el Pozoblanco fue justo antes de que estallara la crisis y fue imposible recuperar lo invertido. Los datos son tremendos. En una sola temporada un solo jugador cobró unos 36.000 euros-3.600 euros por mes-. Lo mismo que cobra ahora toda la plantilla. Otros dos rozaban los 2.000 euros mensuales. Y varios pasaban de los 1.000 euros mensuales. Hubo un portero suplente que cobraba unos 1.500 euros mensuales. Más de 200.000 euros en sueldos.

Ni con esos números se pudo jugar fase de ascenso a Segunda B. Y es que solo Pedrito y Berges han sido capaces de jugar una fase de ascenso a esa categoría.

Los objetivos ahora son regresar a Tercera y si no se puede estar el año que viene en División de Honor, una categoría que se han sacado unos de la manga que ni es Tercera ni Andaluza. No hay que darle todo el mérito a Mario sino a los jugadores locales que han estado jugando y cobrando muy poco. No olvidemos que en Pozoblanco ha habido siempre jugadores de la casa, y muchos de ellos han estado cobrando cantidades muy superiores a las que se cobran ahora. Llega Carrasco que cumplirá su tercera época en el club. Es el entrenador que siempre ha deseado el presidente.

En fin que no sabemos si la destitución de Mario significará el adiós al proyecto de cantera. Esperemos que no. Los tiempos que corren son para tirar con lo de casa. El que no lo haga es porque se confunda o porque tenga recursos económicos o laborales para los jugadores. No creo que una directiva tan veterana como la del Pozoblanco caiga en errores pasados. Han tenido luces y sombras. Una de las grandes luces ha sido el recuperar el fútbol de la casa.

Mario Rojas ha dejado de ser entrenador del C.D. Pozoblanco. /SÁNCHEZ RUIZ


Mario: “Me quedo con el proyecto de casa que hicimos”

– Mario, ¿cómo has llevado la destitución? 
– Esto siempre se lleva mal.

– ¿Qué te ha faltado? 
– Suerte para que entrara el balón en el partido del Arcos. Nos hubiéramos quedado en Tercera. Hubiera sido un logro con un equipo hecho con jugadores locales de la noche a la mañana. Suerte en los últimos partidos de la temporada pasada para ascender. A falta de dos jornadas estábamos en ascenso. Y este año sólo habían pasado cinco jornadas. Había pasado poco tiempo pero el club ha tomado esa decisión.

– ¿Llegaste en el peor momento? 
– Sin duda. Normalmente los entrenadores de la casa entran cuando la situación es muy delicada. Ese fue mi caso. Eso lo saben en el club y la afición.

– ¿Por qué la destitución? 
– Bueno el club es el que ha tomado la decisión deberías preguntarle a él. Creo que este año se ha creado mucha tensión porque hay que quedar entre los siete primeros para no caer en una categoría provincial. Una tensión que nos ha pesado. La pretemporada no ha sido buena, muchas cosas que han faltado para que todo hubiera discurrido por los cauces normales.

– ¿Con qué te quedas? 
– Pues con lo que he aprendido. Para mí, el hecho de crear un equipo con jugadores que no habían jugado o lo habían hecho muy poco en el Pozoblanco, con futbolistas que estaban en equipos de la comarca es un valor. Se ha demostrado que con los de casa también se puede. Nos faltó una pizca para haber logrado objetivos importantes.

– Temes que con tu salida se rompa con el trabajo de cantera de estos años. 
– Un poco sí. Seguiré viendo los partidos del Pozoblanco. Me gustaría que no se rompa lo hecho en estos años. Hay jugadores locales muy buenos y gente que viene apretando con fuerza desde el juvenil. Siempre hay que tenerlos en cuenta aunque se fiche algún jugador de fuera.


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