sábado, 4 de junio de 2016
Ladrones de sueños
El mundo de los sueños está en la
infancia. Nadie puede permanecer
en este mundo mucho tiempo. Se acaba. Antes o después uno crece y
todo va complicándose. Las exigencias
de los padres están acortando la infancia.
Hay una obsesión de éstos porque
sus hijos sean los mejores en clase, en
el deporte o en las actividades extraescolares.
Si un niño no es feliz en la infancia posiblemente nunca lo será en las etapas que vengan después. No se comprende como los padres quieren que sus hijos sean lo que ellos no pudieron ser. Los fallos que los padres cometieron (por no llegar a ser lo que soñaron) están siendo pagados por los hijos. Es así. Le piden y le exigen lo que ellos no fueron capaces de hacer. Para ello, muchas veces establecen como competidores a los amigos de sus hijos.
Hoy los deberes de los niños son de los padres. Antes no nos hacían una cuenta en casa. Los padres trabajan mucho las tareas escolares de sus hijos y le dan pantallas para el ocio. “Ya has acabado, juega con tu PS4, iPad o videoconsola”. No trabajan su ocio que es quizás lo que más se debe de trabajar en estas edades. Jugar con los niños a pintar, soñar, imaginar, crear.
Los adultos de hoy están secuestrando la niñez de una manera bárbara como nunca se había visto. Es cierto que se quiere lo mejor para los hijos pero un hijo no es un objeto que ha de ser perfecto para poder presumir de él.
¿Hijos perfectos o hijos felices? Cuesta entender que los niños llegarán a ser lo que puedan o lo que quieran ser. Es fundamental dejar que los hijos sean los protagonistas de sus vidas. Ellos deben decidir lo que quieren estudiar. No vale eso de “estudia algo que te sirva para algo y ganes dinero”. Ellos deben decidir a lo que quieren jugar, el hobby que quieran.
Los padres que tienen hijos tienen esa tendencia de volver a la infancia. No saben que quitan el sueño a sus hijos. Quieren soñar ellos cuando su sueño ya terminó hace mucho tiempo. Ellos ya fueron niños. Si no aprovecharon su infancia al menos que dejen que sus hijos la tengan y la disfruten.
Si un niño no es feliz en la infancia posiblemente nunca lo será en las etapas que vengan después. No se comprende como los padres quieren que sus hijos sean lo que ellos no pudieron ser. Los fallos que los padres cometieron (por no llegar a ser lo que soñaron) están siendo pagados por los hijos. Es así. Le piden y le exigen lo que ellos no fueron capaces de hacer. Para ello, muchas veces establecen como competidores a los amigos de sus hijos.
Hoy los deberes de los niños son de los padres. Antes no nos hacían una cuenta en casa. Los padres trabajan mucho las tareas escolares de sus hijos y le dan pantallas para el ocio. “Ya has acabado, juega con tu PS4, iPad o videoconsola”. No trabajan su ocio que es quizás lo que más se debe de trabajar en estas edades. Jugar con los niños a pintar, soñar, imaginar, crear.
Los adultos de hoy están secuestrando la niñez de una manera bárbara como nunca se había visto. Es cierto que se quiere lo mejor para los hijos pero un hijo no es un objeto que ha de ser perfecto para poder presumir de él.
¿Hijos perfectos o hijos felices? Cuesta entender que los niños llegarán a ser lo que puedan o lo que quieran ser. Es fundamental dejar que los hijos sean los protagonistas de sus vidas. Ellos deben decidir lo que quieren estudiar. No vale eso de “estudia algo que te sirva para algo y ganes dinero”. Ellos deben decidir a lo que quieren jugar, el hobby que quieran.
Los padres que tienen hijos tienen esa tendencia de volver a la infancia. No saben que quitan el sueño a sus hijos. Quieren soñar ellos cuando su sueño ya terminó hace mucho tiempo. Ellos ya fueron niños. Si no aprovecharon su infancia al menos que dejen que sus hijos la tengan y la disfruten.
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