sábado, 26 de noviembre de 2016

Recreando la escuela de antes

EMILIO GÓMEZ
(Periodista)


La Asociación de Vecinos La Calzá del Barrio recrea una escuela antigua en una exposición donde no falta detalle de lo que era la enseñanza a mediados del siglo XX. En esos años se iba a pie a la escuela, se escribía con pluma y tintero. Tiempos difíciles donde había mucha pobreza. Los alumnos tenían que aprenderse la lección de memoria y luego recitarla delante del profesor. Se aprendía toda la Historia Mundial, la Geografía con ríos, cabos, se leían los clásicos sin adaptaciones y la caligrafía era perfecta. No había tantos libros o tablets como ahora. Todo en una enciclopedia.

En los años 50 y 60, los maestros daban clase en sus casas. En Pozoblanco, la calle León Herrero era conocida como la calle de las escuelas porque había varias maestras y maestros. La mayoría de niños no acababan sus estudios, y se iban al campo a trabajar en cuanto podían. Todo dependía de la economía de cada familia. Las escuelas no eran mixtas. Los niños con los niños y las niñas con las niñas. La memorización era la base del estudio con ese dicho tan manido de “la letra con sangre entra”.


Visitando esta exposición te das cuenta de que la escuela ha cambiado mucho en estos años, desde nuestros abuelos o padres hasta nosotros, en los libros, en las clases, en los profesores, en los alumnos… Los maestros eran considerados los segundos padres, y tenían permiso a ejercer autoridad al estilo de aquellos tiempos. No valía quejarse en casa porque de producirse probabas ración  doble de castigo, el del profesor y el del padre. El alumno respetaba más a sus docentes.

La Asociación de Vecinos La Calzá del Barrio ha recreado muy bien el espíritu de aquella época con su exposición. En ella hay  pupitres de madera dobles donde no se puede separar la mesa de la silla, cuadros, fotografías muy antiguas, mapas de la península ibérica, enciclopedias, diccionarios,  el catón antiguo, cuadernos, tinteros, la leche en polvo, colecciones de cromos como Vida y Color o los de la Liga. Hay verdaderas maravillas con cosas que parecían olvidadas. Nada más ver todo este material, nos transportamos con la imaginación a otros tiempos de antaño que se recuerdan con nostalgia, cuando la educación era pura solemnidad.


La exposición ha supuesto muchísimo trabajo para los vecimnos de la asociación que  están muy satisfechos, porque los resultados son muy positivos. Creo que ha merecido la pena porque se justifica la existencia de un período que se aleja mucho del actual.


La exposición está siendo muy visitada y a muchos le transporta a su niñez  en esos tiempos donde ser niño era la aventura más grande del mundo. No había clase de inglés, ni de refuerzo, ni de judo. La actividad extraescolar estaba en la calle. Horas y horas jugando. Los campos de fútbol eran las calles, los parques y hasta las aceras. En la escuela todo era más serio. Demasiado. 

No hay comentarios :

Publicar un comentario