sábado, 3 de diciembre de 2016

La lluvia revitaliza la dehesa, que ya se encuentra en plena montanera

ANTONIO MANUEL CABALLERO
LOS PEDROCHES


La lluvia ha cambiado el aspecto de la dehesa de Los Pedroches, en la que, en esta época del año, más de 100.000 cerdos se alimentan con bellota y hierba en lo que se conoce como la montanera. Un ciclo espectacular ya que el cerdo, con alrededor de un año y medio de vida, entra en montanera con unos 90 o 100 kilos de peso y en apenas tres meses sale con el doble.

Para este periodo de engorde del cerdo, antes de pasar al matadero ya a principios del próximo año, es vital la lluvia. Precisamente, las lluvias tardías de primavera, que llegaron en abril y mayo, unido a su ausencia en septiembre han hecho que la bellota no haya alcanzado el tamaño habitual por estas fechas, aunque se trata de una bellota de gran calidad ya que las lluvias de octubre y noviembre han permitido que desarrolle todas sus propiedades.

Así lo ha explicado el ganadero y presidente de la mesa de porcino de la Lonja Agropecuaria de Los Pedroches, Pedro Rubio, que destaca que la montanera “está siendo buena”, ya que las últimas lluvias están contribuyendo al nacimiento de la hierba “que sirve para que el cochino se refresque en su dieta diaria”, además de que es importante que haya agua en el campo “para que el animal se dé sus baños y tenga agua para beber cuando le apetezca”.


Cerdos alimentándose estos días con bellota y con hierba en una finca de Los Pedroches. /ARCHIVO


Pedro Rubio asegura que “el campo está en un extraordinario estado” y relata que “los cochinos tienen que andar para desarrollar músculo y para infiltrar las propiedades de la bellota y al estar el campo blando y con hierba se le hace más cómodo desplazarse con sus pezuñas por el campo en busca de la bellota más dulce, y vemos que están corriendo y moviéndose mucho”.

En este tiempo, los cerdos pasan la noche en los establos y por la mañana son conducidos a las diferentes zonas de la finca para que vayan aprovechando las bellotas de todas las encinas, procurando al principio de la montanera llevarlos a las zonas más lejanas “de los dormitorios” para que después, una vez que vayan cogiendo peso, aprovechen las más cercanas.

De las 300.000 hectáreas de dehesa en Los Pedroches, unas 200.000 están arboladas, el ecosistema ideal para que los cerdos vayan asimilando el ácido oleico de la grasa de la bellota, con efectos beneficiosos para el colesterol.


Así, después de un año y medio de cría del cerdo en el campo en libertad, los tres meses de engorde y, tras el sacrificio, los mil días de curación, llega al mercado el jamón del cerdo cien por cien de la raza ibérica pura y de bellota. Un largo y costoso proceso que hace que este producto, que en la zona ampara la Denominación de Origen Protegida Los Pedroches, alcance elevados precios.


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