sábado, 25 de junio de 2016

Tengo dos hijos extraordinarios

MARÍA BLANCO
POZOBLANCO


El mayor tiene una enfermedad que los médicos en realidad no saben lo que tiene. Todo empezó con una flojedad en las piernas. En su casa anda con un andador; y en la calle se desplaza actualmente con una silla de ruedas eléctrica. Jamás lo he visto desesperarse ni casi quejarse; lo lleva todo con resignación; está casado y tiene dos hijos; creo que lo que más le preocupa es que sus hijos la tengan también. Por una cosa que se enfada es porque hay farolas casi en medio de la acera, esto hace que se tenga que bajar de la acera si puede, la persona que manda ponerlas o las que las ponen, deberían pensar que en este pueblo hay un Centro de Inválidos; y desgraciadamente ya tienen bastante con no poder andar como los demás. Los coches los ponen en las esquinas, encima de las aceras, en los pasos para peatones…; por donde tienen que pasar, y no solo ellos, si no por las que todas las personas tenemos que pasar, y los que vamos con un andador también. Por culpa de algunas personas nos tenemos que echar fuera de la acera, y algunos coches van como flechas, y cuando van conduciendo o aparcando y también sin conducir, deberían pensar en otras personas como las del Centro de Inválidos, o como muchísimas personas que desgraciadamente tenemos que andar con la ayuda de un andador. Por favor acuérdense de todos, y claro los de las sillas de ruedas también, acuérdense, y que ha veces van como locos (los de las sillas de ruedas).

Menos mal que la mayoría de las personas nos preocupamos y que pensamos igual.

Gracias.


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