sábado, 4 de marzo de 2017

Un jamón que ha hecho historia

MANUEL GARCÍA-CANO SÁNCHEZ


Aquellas grandes y ya lejanas jornadas futbolísticas de los años 50, en el viejo y muy histórico campo de Ntra. Sra. de Luna, nos dejaron para el recuerdo anécdotas que merecen ser recordadas.

De aquel tiempo recogimos una de ellas, que no han caído en el olvido del aficionado local, puesto que por los veteranos al deporte rey nos han sido solicitadas, para volver a vivir algo de aquel tiempo pasado -60 años 1.955 en 3ª División-.

Una anécdota que se dio en uno de los partidos de liga, ya en diciembre, a las puertas de las Fiestas Navideñas. Por ello la directiva tenía por costumbre hacer una rifa especial, la de montar una cesta navideña cuyo objetivo no era otro que recaudar fondos para el Club. En esa cesta, en su centro, sobresalía un hermoso JAMON.

En los prolegómenos del partido, en el centro del terreno de juego, se exponía la cesta al público, mientras varios directivos vendían las papeletas en la grada.

El inicio del partido recomendaba el retirar la cesta, que se guardaba en el vestuario del C. D. Pozoblanco. Ya, al final del partido, se procedía al sorteo de la cesta, dando a conocer al público el número premiado.

Cuando se fue a recoger la cesta para entregarla al premiado, faltaba el JAMON. ¡Que pasa aquí! ¡Donde está el JAMON! Exclamaban sorprendidos varios directivos allí presentes. Por muchos dimes y diretes, por muchas averiguaciones que se hicieron sobre tan sorprendente desaparición, el agraciado tuvo que llevarse, por el momento, la cesta sin el JAMON.

Nada se volvió a saber del desaparecido JAMON. Pasó el tiempo y años después me fueron llegando datos de aquella célebre desaparición. Señalo, que por entonces no existía esa etiqueta de origen PATA NEGRA, pero apuntemos, que el que se llevó el JAMON no exigió GARANTIA ALGUNA.

El tiempo transcurrido nos fue revelando todo lo que tuvo que ver con la desaparición del JAMON; quien se lo llevo, donde lo escondió. Posteriormente supe que el rico hueso del JAMON no fue al puchero de su cocido, sino que apareció, años después en uno de los depósitos de uralita para el servicio de las duchas de las casetas de los jugadores. También llegue a saber quien se lo comió, tal vez compartió la pieza con algún otro, pero esto me lo guardo:”ES SECRETO DE CONFESION”.

Si voy a dar una pista; Me dijo el tal: “Hasta entonces; Manolo, no sabía el gusto y sabor que tenía un JAMON.

Comentando recientemente la anécdota con un buen amigo, este, me dio un tirón de la chaqueta y me decía: “Manolo esto mereció una buena reprimenda” “Pero hombre Pepe después de 60 años y la “jambre” que aquel hombre arrastraba ¿que quieres? ¿Lo vamos a meter en la cárcel? Vamos a darle la LIBERTAD Y SIN FIANZA.

Creo que el JAMON y EL QUE SE LO COMIO SE LO MERECIAN.

La anécdota, se merece el añadido, como suelen hacer los buenos directores de música (unos arreglos), haciendo uso del buen sentido del humor en la ya histórica anécdota de hace más de 60 años. 


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