Ferrera vendrá a Pozoblanco antes de encerrarse con seis toros en Madrid

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO 

Ferrera.


Roca Rey ha cortado la temporada. No viene a Pozoblanco. La lesión cervical que le produjo la cogida del pasado 22 de mayo durante la feria de San Isidro ha sido más grave de lo esperado y aunque a mediados de julio viajó a Nueva York para que le viesen los especialistas del Hospital for Special Surgery, ha tenido que cortar la temporada. El diestro confiaba en que los plazos para su retorno se fueran cumpliendo y reaparecer en el mano a mano con Morante de la Puebla de la Feria de Pedro Romero de Ronda del próximo 31 de agosto y cumplir con las ferias de septiembre tanto en España (Valladolid, Salamanca, Albacete, Palencia, Logroño, Murcia, Pozoblanco, San Sebastián de los Reyes, Ejea de los Caballeros y Sevilla) como en Francia (Nimes y Arles). En su lugar en Pozoblanco viene Ferrera. Se había barajado varios nombres, entre ellos Castella. Sin embargo, la empresa ha optado por el diestro extremeño.


Ferrera, un torero muy personal


El cartel pierde a Roca Rey pero sigue siendo atractivo pues Manzanares pasa por un momento dulce y sabemos también de la entrega de El Fandi. Ferrera tiene esa forma tan suya de interpretar el toreo. Poco queda de aquel torero que vino a Pozoblanco cuando se acartelaba con toreros banderilleros. ¿Dónde encontró tanto aplomo y así de pronto? Sabíamos entonces de su heroicidad, pero no de su pureza. Hoy está reconvertido en el artista total. La puede liar parda en una tarde en la que él esté bien y lo que le salga sea bueno. Tiene días y días pero cuando coge el sitio en el albero, sabe balancearse al compás de la magia. Sitio y plenitud. Esas son sus claves. Capaz de dictar una cátedra de tauromaquia en cualquier arena o pasar desapercibido si tiene el día del revés. Alguien dijo de él “que las nubes le afectan más que a nadie”.

Responde al patrón de torero bohemio. Creador de cosas. Es como si estuviera permanentemente en su mundo al que coloca a un lado o a otro. De aquí para allá. Con su clasicismo, temple y poder. Ferrera vendrá a Pozoblanco antes de encerrarse con seis toros en Las Ventas. 


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