Cosas por las que, a veces, me avergüenza ser andaluz

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Nosotros como seres humanos que somos no tenemos solución en muchísimas cosas que sacan nuestra cara mala y a veces hasta putrefacta. Esto es lo que está ocurriendo en la Junta de Andalucía, donde el PSOE lleva más de 35 años gobernando de forma ininterrumpida, con lo cual han hecho un cortijo, su cortijo, de la Junta de Andalucía

Para mí, que sea el PSOE, es secundario, porque esto estaría pasando con cualquier partido que llevara los mismos años y fuese del signo que fuese. Todo va en la condición humana y en la cantidad de años que llevan gobernando, pues al final se convierte en un desgobierno, donde funcionan las puertas giratorias con la intención de colocar a los que van saliendo de su partido y no valen para encontrar un trabajo por sí mismos, creando arbitrariamente determinadas empresas públicas, u otras con importante participación pública, sin clara razón de ser y aunque las mismas sean enormemente deficitarias y poco o nada provechosas.

Para que comprendan el nivel del mismo voy a detallarles ejemplos reales que están sucediendo en la misma.

El último informe de fiscalización de la Cámara de Cuentas regional sitúa en 2.861 millones de pérdidas del conglomerado público andaluz, y en 4.771 millones de euros la deuda global. Además, para más desvergüenza, el informe refleja un agujero de 3.400 millones en gastos pendientes de justificar, y otros 717 millones en factura sin partida presupuestaria. Todos estos resultados que estoy dando corresponden al ejercicio 2015.

Las entidades empresariales, recibieron de los presupuestos autonómicos 2.687 millones de euros, (194 más que el año anterior). Uno de los apartados más sangrantes es la partida destinada a la Radio Televisión de Andalucía, “nuestro” Canal Sur, con un elevado número de prescindibles enchufados que, como buenos estómagos agradecidos, son sectarios hasta la náusea utilizados para adoctrinar, y a los cuales jamás les encontrarás crítica alguna (ni grande ni pequeña) dirigida al partido que sustenta el gobierno andaluz. Esta radio y televisión pública, Canal Sur, la “nuestra” (¿o es más bien la de ellos?), cerró el año 2015 con unas pérdidas de dos millones de euros, a pesar de haber recibido este mismo año una partida de dinero público de 137 millones de euros.

En total tienen 18 agencias públicas empresariales, ocho sociedades mercantiles y una entidad de derecho público, la Junta participa en 19 sociedades mercantiles. Además tiene participación minoritaria en 111 sociedades mercantiles.

Sólo las 25 entidades bajo el control directo del ejecutivo de Susana Díaz cuentan con una plantilla total de más de 19.000 personas, la mayoría de ellos elefantes viejos en el retiro dorado por haber pertenecido a un partido, teniendo una retribución media anual de 40.000 €. Nada que ver esta retribución con la que tienen la mayoría de los andaluces que trabajan en diversas ramos, estimada en unos 17.200 €, la más baja de España a excepción de Extremadura.

La deuda global en este capítulo a 31 de diciembre del 2015 ascendía a 4.771 millones de euros, capítulo que ha aumentado durante el 2016.

Los demás partidos también debieran hacer profunda autocrítica y limpiar su casa. Primero el Partido Popular, con la mierda interior que tiene. También Ciudadanos, porque no está siendo efectivo en el control al PSOE en Andalucía, y están cavando su propia tumba para las próximas autonómicas, donde, de seguir así, van a quedarse en la mitad de parlamentarios. Al gran “gurú iluminado” de la política actual, Podemos, “progresistas” (según ellos) simpatizantes de totalitarismos y dictadores que encarcelan a opositores políticos, no hay semana que no le salga un chino en el zapato. Ésta le ha tocado a la senadora Elvira García, que a pesar de cobrar 4.000 € al mes no pagaba el alquiler de la vivienda social en la que vive, además de no hacer la aportación económica al partido que tiene acordada. Ella, muy chula, dice que sí, que dimite del partido, pero no como senadora, que se pasa al grupo mixto y así sigue chupando de la teta por no hacer nada.

Como decía al principio, en la actualidad, no es tanto un problema de colores ni ideologías de partidos, es más de deterioro como seres humanos. Por ello se hace indispensable el no poder estar en ningún cargo político más de dos legislaturas, porque, al paso que vamos, la política se va a convertir en el oficio de los inútiles.

Y mientras tanto, y como está el patio del cortijo andaluz, Susana Díaz sigue deshojando la margarita sobre si aspirar o no a ser secretaria y candidata futura a la Moncloa por el Partido Socialista.

Cosas como las que expongo aquí, unido a una terrible tasa de paro que supera el 28 %, hacen que, a veces, me avergüence de ser andaluz. Y no es extraño que por estas cosas haya un enorme deterioro de imagen de los andaluces en el resto de comunidades autónomas de nuestro país. 


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