La búsqueda de una base científica para la meteorología

SATURNINO MUÑOZ
HINOJOSA DEL DUQUE


El hinojoseño José Villarreal como todo buen agricultor o ganadero vive pendiente del cielo mientras alimenta a su ganado o realiza otros trabajos agrícolas en su finca. Sobre todo en este último año donde parece que la sequía y la falta de precipitaciones se han instalado de forma permanente, disminuyendo el volumen de las cosechas, provocando una carencia de pastos para el ganado y haciendo necesario asegurar el suministro de agua en muchas explotaciones.

Hace ya unas décadas que José Villarreal, quizás cansado de contemplar el cielo, comenzó a intentar encontrar alguna lógica a la secuencia de los períodos de falta de lluvias, adentrándose así en el mundo de la meteorología como aficionado. Su amistad personal con diversos trabajadores del observatorio de Agencia Estatal de Meteorología en Hinojosa le llevó a contar con una serie de datos oficiales sobre las precipitaciones anuales.

Fue en el año 1985 cuando Villarreal comenzó a comprobar los datos de lluvias. Para iniciar sus análisis y su formulación teórica posterior empezó a trabajar con series de años y de registros oficiales desde el año 1953. Este estudio, comenta, me ha permitido determinar que las lluvias no caen de forma anárquica, sino de forma metódica, siguiendo un ritmo y un calendario. “Yo, subraya, les he denominado ciclos que tienen una duración entre los siete y los nueve años. En todos se dan las mismas particularidades, terminan con un año seco o muy seco y comienzan con un año muy lluvioso”.

José Villarreal. 


La teoría de Villarreal también confirma que en esta sucesión de ciclos siempre se produce una gran sequía en torno a los veinte años, “como la que hemos tenido en este año 2017, por lo que si mi estudio se sigue cumpliendo como hasta ahora el próximo año será muy lluvioso. Porque dentro de cada ciclo, hay junto a este año lluvioso por encima de lo habitual, dos años lluviosos, tres años normales, dos años secos y uno de extrema sequía”.

Esta formulación en torno a las lluvias, según José Villarreal se viene cumpliendo desde el año 1953, con una regularidad que sólo ha visto alterada en una ocasión entre los años 1978 y 1980. “Por lo que estoy plenamente convencido que el año 2017 ha sido el año agrícola más seco del ciclo, como anteriormente lo fueron 1980, 1991 o 1995. Mientras que tuvimos abundancias de lluvias en los años siguientes. Desde entonces realizo proyecciones a largo plazo, y la realidad demuestra que entre la cantidad de lluvia pronosticada y la registrada la diferencia es mínima”.

De esta forma, el estudio de Villarreal corrobora que cada veinte años se produce un año de extrema sequía, con lluvias que en Hinojosa del Duque oscilan entre los 230 y los 260 litros por metro cuadrado, como lo fueron 1954, 1974, 1994 y el año 2004, a los que siempre sigue un año muy lluvioso que llega cada ocho años, que según sus predicciones será el año 2018. Lo normal en estos años es que las precipitaciones en esta localidad cordobesa se sitúen entre los 630 y los 750 litros. Por el contrario los años normales del ciclo las lluvias se sitúan en un intervalo de 400 a 500 litros.

José Villarreal se muestra confiado en la seguridad de sus predicciones, pese a que cada día es testigo de cómo se va deteriorando el campo por la falta de lluvias. Una situación que afecta también de forma notable a encinas y olivares y que incluso ha provocado que la balsa de agua de su finca donde beben sus ovejas, que cuenta con una capacidad que supera los 400.000 litros, se haya quedado totalmente vacía este verano. 

José Villarreal. 



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