Homenaje a Corpus Barga en Madrid

SATURNINO MUÑOZ
BELALCÁZAR 


Aunque para muchos siga siendo un desconocido, el escritor nacido en Madrid, pero profunda e íntimamente ligado a Belalcázar, Andrés García de la Barga y Gómez de la Serna, Corpus Barga, es uno de los grandes creadores literarios y periodistas del pasado siglo veinte en lengua castellana. Los restos de la vivienda familiar de esta autor, en la calle Conde Don Alonso, conocida como la casa grande, son un homenaje a la accidenta y cruel historia del siglo XX en España. La Guerra Civil, el exilio y el olvido al que han sido condenados intelectuales y pensadores que tuvieron que abandonar su país.

El acto de homenaje, que contó con la presencia del alcalde de Belalcázar Francisco Luis Fernández, se realizó en la madrileña plaza del distrito de Puente de Vallecas que desde hace unos meses lleva el nombre de Corpus Barga. El encuentro, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, el Ateneo, la Fundación Gaspar Casal y la Asociación de la Prensa de Madrid, tuvo como objetivo reivindicar la trayectoria, calidad literaria e influencia posterior de este autor nacido en 1887 en Madrid, que fallecía en el exilio en la ciudad de Lima en 1975. 



Corpus Barga fue narrador, periodista, poeta y ensayista destacando entre sus creaciones sus memorias “Los pasos contados. Una vida española a caballo en dos siglos” en los que narra su trayectoria vital y la sociedad de aquella España de principios de siglo XX. Una nación regida por el caciquismo y las componendas políticas de la restauración. 



En El Cultural, Santos Sanz Villanueva escribía hace unos años “Sin embargo, Corpus Barga apenas ha logrado repercusión. La suerte, además, le ha sido del todo esquiva al otro gran sector de su trabajo, sus tempranas crónicas de viajero cosmopolita y su labor de periodista y ensayista. Semejante olvido ni siquiera tiene la excusa del exilio posterior a la Guerra Civil, primero provisional en Francia, luego permanente en Perú. Sigue Corpus Barga en un desconocimiento que pide su recuperación”. 



Durante su etapa en Perú fundó la Escuela de Periodismo de la Universidad de San Marcos de Lima, de la que fue director. Destacado activista de la causa republicana durante la Guerra Civil española, se vio obligado a exiliarse desde Cataluña a Francia en 1939. En su éxodo acompañó hasta Colliure al poeta Antonio Machado. 




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