Entrevista a Juan Bosco Castilla, escritor


“Se puede inventar una vida, muchas vidas, una sociedad y todo un mundo”

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO

“Como ciudadano, siempre me ha interesado lo que ocurre en mi ciudad y en el mundo. Como persona, siempre me han maravillado las emociones y los sentimientos que anidan en cada uno de los seres humanos. Como lector, siempre me han gustado los libros de grandes tramas y personajes maravillosos, realizados con imaginación, precisión y sencillez. Como escritor, siempre he procurado escribir lo que me habría gustado leer. Un día me puse a escribir la historia de un asesino extraordinario y, muchos años después, me di cuenta de que había escrito la Historia Moderna de un mundo no muy distinto del nuestro, aunque totalmente ficticio, con dos ciudades emblemáticas, Sholombra y Nógdam. Eso es, en esencia, la trilogía de Occidente”. 

Esa es la presentación que hace Juan Bosco Castilla en su blog acerca de la trilogía que recientemente ha publicado en Amazon. De ella hablamos con el autor, quien nos habla de sus personajes los cuales viven en un mundo totalmente ficticio, aunque esencialmente igual al nuestro.

Juan Bosco Castilla. /ARCHIVO


 – ¿Cómo definiría su Trilogía de Occidente?
– Como una historia que cuenta, en tres partes distintas, las aventuras vitales de un gran número de personajes que viven en un mundo totalmente ficticio, aunque esencialmente igual al nuestro.
Mientras estaba escribiendo mi interés fundamental era ahondar en el alma de las personas, en nuestra propia forma de ser y de actuar, pero cuando terminé me di cuenta de que había recogido también la forma de ser y de actuar de toda una sociedad, por lo que titulé a las novelas utilizando los nombres de las dos ciudades principales, “Sholombra” y “Nógdam”, y a la trilogía como la sociedad que quedaba representada en el conjunto, la sociedad de “Occidente”.

– Son casi 1700 páginas, ¿cuánto tiempo le ha llevado esta obra?
– Sí, son muchas páginas, pero que no se asusten los lectores, la letra es grande y el texto es de fácil lectura. Y la obra está dividida en tres libros, de manera que si no te interesa el primero, lo puedes dejar y ya está. De hecho, yo soy de la opinión de que no hay que leer lo que no te gusta, pues hay muchos libros interesantes y la vida es corta. De igual opinión soy como escritor: hay que escribir lo que te gusta. O, para expresarlo de otra forma, hay que escribir lo que te gustaría leer.   
En cuanto al tiempo que me llevó escribirla, lo sé con total certeza, porque anoto en el texto la fecha antes de empezar el trabajo de cada día. En concreto, empecé el día 17 de enero de 2002 y terminé a las 8:23 horas del día 10 de febrero de 2009. O sea, estuve escribiendo durante más de siete años. Pero a ese tiempo hay que añadirle el que luego empleé corrigiendo, que fueros unos cuantos años más. Si le digo la verdad, la publicación de esta obra me libera, por fin, de la obsesión de corregirla permanentemente.

– ¿Cómo ha realizado la edición?
– La he publicado en Amazon, en papel y en formato electrónico. Amazon tiene la desventaja de que los libros no están en los escaparates, de manera que no se pueden tocar, y si los quieres debes esperar una semana a que te los traigan, pero tiene la enorme ventaja de que editas cómo y lo que tú quieres, y tú sigues siendo el único propietario del libro. En realidad, editar en Amazon es una autoedición, solo que no tienes que pagar la impresión del libro.
Los libros en papel son como otros cualquiera, en tapa blanda. Se hacen por encargo, de manera que si el cliente quiere uno se imprime solo uno, que te envían a tu domicilio. En mi caso, basta con que alguien entre en Amazon y busque mi nombre o el título del libro, Sholombra, De Sholombra a Nógdam y Nógdam, y lo compre como haría con otro producto cualquiera.

– ¿Hay una temática central?
– No hay una temática única, sino muchas, que se van concretando a lo largo de la narración siguiendo la vida de un personaje central que cuenta en primera persona toda la historia, un hombre que ha nacido con un don especial, lo que marcará decisivamente su destino.
Puede parecer petulante, pero la verdad es que la única temática central es la vida misma.

– ¿Es una crítica a la sociedad en la que vivimos?
– Si por crítica entendemos hacer la contraposición entre la realidad y la verdad, sí, lo es. En estos libros se sitúa a la sociedad actual y a las personas que la integran ante el espejo, totalmente desnudas. La demagogia, la estupidez y la ceguera tienen un papel fundamental, igual que el amor, el erotismo, la ambición, la soberbia o la muerte.

– ¿Se puede inventar uno un mundo, una vida y una sociedad?
– Se puede inventar, por este orden, una vida, muchas vidas, una sociedad y todo un mundo. Y resulta muy divertido hacerlo. En cierta manera, cuando haces eso te pones en el lugar del Dios Creador, si bien pronto te das cuenta de que, como también le ocurre a ese Dios, los personajes se rebelan, se creen con derecho a actuar por libre y te marcan lo que tú debes escribir.

– ¿Cómo son sus personajes? ¿Están  sacados de la vida real?
– Totalmente. Todos los personajes deben estar sacados de la vida real para ser creíbles. Los personajes deben ser como las personas. Sus emociones y sus sentimientos deben ser iguales que los de los lectores. La labor fundamental del escritor es ahondar en la vida, en el fondo del ser humano, a través de historias que entretengan, a la manera que hacían los narradores orales al caer la noche, cuando el grupo se reunía al amparo de la candela.

– ¿Qué es lo que más le gusta de la sociedad inventada que nos ofrece?
– Lo que más me gusta es que, siendo totalmente distinta de esta, totalmente ficticia, es muy parecida a la nuestra. Los gobernantes populistas son como los nuestros, los periodistas, los sindicalistas y los artistas son como los nuestros, y así podría seguir, hasta terminar diciendo que los personajes son como nosotros.

– ¿Qué hacen las clases dirigentes ante los problemas que van surgiendo en el día a día de su obra?
– Habría que distinguir entre los sistemas que imperan en Sholombra y en Nógdam. En Sholombra no hay políticos, y aunque eso podría parecernos una ventaja enorme, acaba siendo un problema. En Nógdam, por el contrario, hay una clase dirigente muy definida, que no busca las soluciones de los problemas. Es más, ellos son la parte más grande del problema que tiene la sociedad

– ¿Cuál será su próximo trabajo?
– Llevo trabajando con una novela bastante tiempo y la tengo muy avanzada, pero uno nunca sabe cuándo terminará ni cómo. Será, al final, lo que ella quiera que sea, como siempre. Y, como siempre, yo habré disfrutado mucho escribiéndola, que es de lo que se trata. 



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