Comida homenaje en Córdoba a D. Santiago Muñoz Machado

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


El pasado domingo día 9 se celebró al mediodía en nuestra capital, en el Círculo de la Amistad, una comida homenaje a los méritos obtenidos por el pozoalbense Santiago Muñoz Machado.

En ella participaron diversas personalidades del mundo de las letras, y Córdoba como ciudad reconocía los méritos y la relevante trayectoria de D. Santiago.

Se dieron cita unas 150 personas, tanto de Pozoblanco, de Córdoba, como de distintos puntos de nuestro país. Hubo entre ellas personalidades de la política, empresarios, miembros del Consejo del Poder Judicial, amigos de la adolescencia y una representación variada de pozoalbenses, a la cabeza de los cuales estuvo el amigo y presidente de Covap, Ricardo Delgado Vizcaíno.

No voy a enumerar los títulos que D. Santiago ha conseguido, porque entonces ocuparíamos por completo este artículo, y no es ese el fin. Quiero centrarme en el reconocimiento que Córdoba le brindó principalmente por ser el actual Director de la RAE, un hecho tan relevante que hay que retroceder 150 años para que aparezca un cordobés que se aproxime al mérito del pozoalbense dentro de la academia, que se dice pronto.

De la alocución que hizo el flamante director me quedo con lo que en palabras textuales destacó: “Que él representa la cabeza de una institución que integra a las 577 millones de personas que hablan el español, la lengua que más millones de personas hablan, después del chino mandarín. Con lo cual tiene una gran satisfacción, pero a la vez una gran responsabilidad”.

También destacó que en el siglo XVIII se crearon los tres pilares de la lengua española: el vocabulario, la ortografía y la gramática. Y recalcó varias veces una de las cosas más importantes para el ser humano, para su equilibrio y asentamiento como civilización vital: la amistad. Esa amistad que nace desde la infancia y adolescencia y que perdura y se acrecienta con el paso del tiempo. Amigos que hoy están conmigo y que llevan 45 años demostrándome su incondicional amistad.

Fue un discurso corto en el tiempo, pero con gran profundidad, dejando frases para la reflexión marcadas por el sentimiento.

Dicen que detrás de cada gran hombre existe una gran mujer o viceversa. En este caso tengo que destacar la personalidad y el trabajo que entre bastidores desempeña su esposa, Marta, una mujer sencilla, cercana, con mucha naturalidad y con una gran inteligencia, que sin lugar a dudas está siendo en los últimos lustros una pieza importante para que su marido dé lo mejor con una personalidad tan global y de enorme relevancia.

De todos los reconocimientos, premios y cargos que ocupa D. Santiago, de alguna manera, una parte, aunque sea pequeñita, se la tiene más que ganada su mujer.

De mi presencia en dicho acto como editor de nuestro semanario, tengo que decir que fue una suerte el compartir mesa, entre otros, con dos ilustres eminencias cordobesas, por un lado Juan Manuel Cuenca Toribio, Académico de número de la Real Academia de Doctores de España, que a sus 80 años tiene escritos la barbaridad de 82 libros, y además es articulista de periódicos, entre ellos el diario Córdoba. Por otro lado, Joaquín Criado Costa, que fue director de la Real Academia de Córdoba de Ciencias de Bellas Letras y Nobles Artes.

Dos personas de una capacidad intelectual sobresaliente, y al mismo tiempo con una gran sencillez y ávidos de saber cosas de nuestra comarca. La mujer de Joaquín es de Villanueva de Córdoba y me comentaba que iban varias veces al año al pueblo jarote.

Pude comprobar la admiración que tienen en Córdoba a lo mucho que ha conseguido D. Santiago Muñoz Machado, y lo que aún seguirá aportando tanto a través de su importantísimo cargo como Director de la RAE, como en el profesional de todo lo concerniente al mundo del Derecho.

Como dice el sabio refranero español, “Nadie es profeta en su tierra”, y parece que con D. Santiago, de momento, se está cumpliendo.

Entiendo que entre los pozoalbenses haya personas que tengan diferentes opiniones, pero por encima de que caiga bien, mal o indiferente, lo que es indiscutible, es que desde la figura de Ginés de Sepúlveda, de esto hace casi 500 años, ningún pozoalbense ha conseguido tantos títulos y reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Hay pueblos en nuestra comarca que han sabido reconocer en vida a personas de cierta relevancia por diferentes vertientes, y con todo mi respeto, sus logros están muy por debajo de lo conseguido por el pozoalbense.

Es innegable el orgullo que siente él de ser de Pozoblanco y Los Pedroches y así lo manifiesta en muchos de los actos en los que participa.

Creo que ha llegado el momento de que el pueblo de Pozoblanco, con su Corporación Municipal a la cabeza, le rindan el reconocimiento que merece, en vida, que es cuando hay que hacerlo y más con los méritos que todos conocemos.

Hacerlo hijo predilecto y ponerle el nombre a una calle, consensuada con el propio D. Santiago, es lo que corresponde, porque no es regalarle nada, es simplemente corresponder a un hijo que ha alcanzado unos logros que ningún otro ha conseguido en los últimos cuatro siglos.


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