La muerte del mundo rural

Comparte

viernes, 14 de junio de 2019 | 8:18 0

La muerte del mundo rural

SATURNINO MUÑOZ
HINOJOSA DEL DUQUE

La cuarta edición de la jornadas estivales, que año organiza la Asociación Cívica de Hinojosa del Duque, han abordado en su primera cita la problemática de los pueblos del interior de la península. En la presentación del ponente, Francisco Ayuso, integrante de la asociación, destacó algunos rasgos de la trayectoria vital de Rafael Navarro de Castro, que en el año 2001 decidía abandonar Madrid para “iniciar una nueva vida en La Solana, una pequeña comunidad de habitantes en la provincia de Granada”.

Esta aventura personal de Rafael Navarro ha dado lugar a la publicación de la novela “La tierra desnuda” por la editorial Alfaguara que se ha convertido en todo un éxito. Según Navarro en La Solana conoció a los campesinos que se han convertido en protagonistas de esta creación literaria, “dejando testimonio de una forma de vida que ha logrado coexistir en armonía con el medio rural a lo largo de miles de años”, indicó. 

Según el autor los personajes que pueblan las páginas y las historias de “La tierra desnuda” nacieron todos en esta zona de la geografía granadina a comienzos de la década de los treinta del pasado siglo, por lo que muchos de ellos ya han fallecido. “A través de esta obra literaria, afirmó, incluso los hijos de estas personas han descubierto la realidad de la existencia de sus padres, que han vivido igual que hace cientos de años”, subrayó. Para Navarro su muerte está provocando la desaparición del valle de La Solana, porque han sido ellos los que han sostenido el territorio a través de un milenario sistema de acequias que permite el aprovechamiento y el uso adecuado del agua. “Nosotros lo estamos destruyendo en tan sólo unos años”, añadió.

“La tierra desnuda” cuenta la historia de Blas, desde su nacimiento en el año 1932 hasta su fallecimiento en el año 2012. Novelando y añadiendo algunos elementos de ficción a la vida de Blas, Rafael Navarro logra dibujar un magnífico boceto de la existencia diaria en una pequeña comunidad con el trasfondo de la evolución tan arrolladora “y a veces disparatada” que vive España y su sociedad a lo largo de esas décadas. Con esta obra, Navarro intenta recuperar los valores que aprendió entre las gentes de esa comarca granadina, “la autosuficiencia, el carácter colaborativo en el trabajo y el respeto por el medio ambiente entre otros” en una novela que según sus palabras es “un intento de contar el campo desde dentro”.