El miajón de los tarugos

ARTURO LUNA BRICEÑO

Andaba dándole vueltas en el caletre a la idea de escribir un artículo sobre la manera de ser, sentir, comportarse e ir por la vida de mis paisanos. Para documentarme me puse a leer un libro entrañable que escribiera el castúo de Guareña, Luis Chamizo. Y si no encontré lo que buscaba si me orientó en una cosa: La “jherga” de Pozoblanco tiene giros y raíces extremeñas. Tenemos muy poco de los dialectos andaluces y también muy poco de la Mancha.

“El miajón de los castúos” es el libro de Luis Chamizo. Un libro en el que narra una actuación de Marcos Redondo en su pueblo: Guareña. En este libro todas las palabras de la “jherga” castúa son iguales o similares a las que usamos los de mi pueblo.

¿Pero qué es el miajón? Busco la palabra en la primera edición del Diccionario Espasa y no viene. La busco en el “Vocabulario Andaluz” de Antonio Alcalá Venceslada que lo publicó la Real Academia Española en 1951, y tampoco viene en este libro. Un trabajo meticuloso e informado, porque voy a buscar la palabra “tarugo” y me encuentro:

TARUGO.GA.- adjetivo familiar y festivo. Llaman así al natural de Pozoblanco (Córdoba) en los pueblos comarcanos.

Y pone una frase para que se vea el uso de la palabra: “Esa muchacha tan guapa está en relaciones con un tarugo muy rico”.

Alcalá Venceslada endulza con la frase la amargura que sigue:

TARUGO.GA. adjetivo. Personas gruesas. Ejemplo. “Él es un esparrago y ella una taruga”.

E insiste en una tercera vez:

TARUGO. GA. Persona tosca y remisa. Ejemplo. “Como es tan tarugo no quiso ir de visita”.

Así que mucha información de tarugo y muy poca de miajón. Pero no hace falta que nadie me explique qué significado tiene la dichosa palabra. Cuando era chico, era un poco cocinillas y me gustaba enredar por la cocina y mi madre, para entretenerme me decía: “Coge el pan y sácale el miajón que vamos hacer albóndigas”.

Y comienzo a entender el título que Luis Chamizo le puso a su libro. Él quería mostrar las entrañas de la cultura castúa. Una radiografía de lo que se ocultaba en los sentimientos de sus paisanos. Justo lo que pretendo, pero nada más córtale el cantero al pan tarugo me empiezo a dar cuenta que el miajón está en consonancia con el pan. No es lo mismo el miajón de un pan bazo, que el de un pan candeal. Y en mi pueblo hay muchas variedades de pan y la mayoría con mucha miga. Así que decido revisar las estanterías y tratar de dar con un libro que mi padre dejó a medio hacer. Lo tituló. “Vocabulario típico de las Villas de los Pedroches”

Son 129 páginas que forman una floresta en que se analizan palabras, se recogen sentencias y refranes. Y se le añaden los equivalentes. Para que nos hagamos una idea voy a espulgar algunas palabras, frases y refranes que vengan al pelo para “El miajón de los tarugos”

ACORCHAO: Que tiene entorpecidos los miembros de locomoción. Por extensión, que tiene disminuidas las facultades hasta el punto de casi no darse cuenta de las cosas. Que está embotado. Equivalente: Cipotón.

AFIROLARSE: Engalanarse, acicalarse. Esta palabra comenzó a sonar a principios del siglo XX, y ha caído en desuso. Ha tenido poca vida. Probablemente fue traída por los evacuados de la guerra de Cuba de 1998, pues en Cuba se usa con la significación de engalanar, adornar. Recuerdo haber oído decir a alguno de los que volvieron de aquella isla:” ¡Qué afirolá va!”, refiriéndose a mujer que llevaba muchos adornos.

MUÑIDOR. En las cofradías de los pueblos del Valle, al que convocaba a los hermanos o cofrades. Se conserva en el Viso de los Pedroches.

En los tiempos de los partidos políticos. “muñidor” era el agente que en las elecciones a concejales o diputados concertaba pactos o fraguaba intrigas de tipo electoral, e intervenía en los “pucherazos”.

Mi padre se refería a los tiempos de los partidos políticos porque este trabajo lo hizo hasta 1972. Tiempo en que no existían los partidos políticos y ni se los esperaba. Poco tiempo después se murió Franco y los partidos políticos vinieron para quedarse, lo que ya no sé si trajeron su muñidor o prefirieron adaptarse a los métodos modernos. 












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