Acerca de María Candelaria

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Acabo de leer el libro “María Candelaria”, cuyo autor es el pozoalbense Francisco Javier Muñoz Machado, el cual tiene una variada lista de publicaciones, entre otras, Don Gurueto de Órdura o los cuentos de Don Gurueto.

El libro, que consta de 434 páginas, se centra en una mujer adelantada a su tiempo que nació en la villa de Pozoblanco en 1.667, durante el reinado de Carlos II, que sería el último rey de los Habsburgo españoles.

María, pudo destacar en el ámbito que ella hubiese querido, porque cualidades le sobraban, y decidió el camino de la religión, donde llegó a ser abadesa, incluso se oyó decir que hasta hizo milagros.

Conoció a otra magnífica mujer, Marta Peralbo, mujer independiente que supo gestionar muy bien su patrimonio, destinándolo en su mayor parte al beneficio de huérfanos y desvalidos, siendo querida y valorada por todos los habitantes del pueblo.

El libro narra las experiencias y personajes que rodean a María Candelaria y que transcurrieron durante el último cuarto del siglo XVII, hasta su fallecimiento en 1747, a la longeva edad, para esa época, de 80 años.

En su entorno oficiaban y convivían hilanderas, tejedores, cardadores, arrieros, etc. También abundaban las colmenas de las que se obtenía la nutritiva miel, así como viñas, agricultura de secano y ganadería.

También contaban con grandes contrariedades, como la guerra que se llevaba a los hombres más fuertes y la mayoría no volvían; o aparecían enojosos alcabaleros buscando plata; o acechaba la Inquisición que ya a esta altura había perdido algo de fuelle.

También conoció a Diego de Novoa, que sería el hermano Diego de la Cruz, asentador de la obra del antiguo hospital, construido, piedra a piedra, con el esfuerzo del pueblo. En los pequeños pueblos se vivía un microcosmos, muy similar al de otros entornos mayores.

Dentro de la villa los vecinos de unas calles se enfrentaban con los de otras, y se marcaban unas diferencias de clase en los ritos funerarios, estableciendo claras diferencias, ya que a unos los enterraban en lugar principal dentro del templo y a otros en una fosa común.

Felicitamos a Francisco Javier Muñoz por su sobresaliente escrito, donde nos narra de una forma clara y rica en matices la vida de una mujer llena de virtudes y todo su entorno y personajes de hace más de tres siglos.


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