Las buenas historias

ANTONIO RUIZ SÁNCHEZ
(Periodista)


El cine es un arte para contar historias. Y todas las historias lanzan un mensaje que suele hacernos reflexionar, pasar miedo o reír según el tipo de película que estamos viendo. Concretamente, el cine infantil es el que más moralejas nos deja. Los niños salen del cine con algo aprendido y no son los únicos, porque los adultos también se van a casa con alguna lección.

Especialmente, el cine de Disney es el principal responsable de frases míticas que ya forman parte de nuestra vida, como “Hakuna Matata” de El Rey León, que nos animaba a no deprimirnos por los problemas o aquella otra frase que decía el mono Rafiki: “El pasado puede doler. Pero según lo veo puedes huir de él o aprender”.

En Pinocho, el Hada Azul nos recomendaba “Que tu conciencia sea tu guía”.

Pocahontas nos enseñó a cuidar, respetar y amar la naturaleza: “¿Cuán alto el árbol crecerá? Si lo cortas hoy nunca lo sabrás”.

Los enanitos de Blancanieves a disfrutar del trabajo silbando.

El hada madrina de Cenicienta a creer en los milagros.

En Lilo y Stich nos enseñaron que “Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona ni te olvida”.

En Buscando a Nemo, la olvidadiza Dory repetí a: “sigue nadando, sigue nadando”, animándonos a continuar y avanzar a pesar de los problemas.

Y como éstas, muchas enseñanzas más que el cine nos ha dejado y que dejará. Porque una historia no es una buena historia sin un mensaje que te haga pensar.


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