Pintan de blanco la escultura del soldado desconocido

ANTONIO MANUEL CABALLERO
POZOBLANCO


Operarios del servicio municipal de pintura del Ayuntamiento de Pozoblanco procedieron ayer viernes a reponer el color original, el rojo, de la escultura del soldado desconocido que se encuentra ubicada junto al campo de golf de Pozoblanco. La escultura sufrió un acto vandálico en la madrugada del jueves cuando apareció totalmente de blanco. Los autores de la pintada también esparcieron pintura en algunas señales de tráfico que han tenido que ser limpiadas por el servicio de carreteras de la Diputación.

Tal y como destaca, José María Fernández, de la asociación Piedra y Cal fue en noviembre de 1988, cuando a través de la Diputación Provincial de Córdoba, el Ministerio de Cultura hacía ofrecimiento al Ayuntamiento de Pozoblanco, para que aceptara la donación de esta escultura dedicada al “frente de Córdoba” y que aludía al “soldado desconocido y simbolizaba la unidad de los bandos contendientes y la paz”. Previamente la obra fue ofrecida al Ayuntamiento de Córdoba quién declinó esta donación, argumentando “que durante la guerra civil no hubo frente en Córdoba capital”.

La escultura recuperó el color original, el rojo, ayer viernes.

El Pleno Municipal, lo aceptó no sin controversia pues los grupos municipales del PSOE e IU votaron a favor argumentando que “era positivo tener este tipo de monumentos para no volver a caer en la tragedia de una guerra civil y sería un homenaje a todos los que lucharon por sus ideales” , además de entender que era una forma de “recordar la historia para no olvidarla”. Por su parte los grupos de AP y del CDS mostraron su rechazo en base a que “al ciudadano había que ofrecerle futuro y no recuerdos del pasado que se encontraban en los libros de historia y que con este acto podrían reabrirse viejas heridas”.

Tras la aceptación de la donación por la mayoría, se estudiaron dos posibles ubicaciones en función del tamaño de la escultura, una en el Parque Cabeza Oliva y otra en lo que sería futura zona verde del Silo.

José María Fernádez asegura que la citada obra fue realizada por el escultor israelí Ygael Tumarkin, siendo la embajada de Israel en España quién se hizo cargo de todos los gastos del proyecto y según la misma serviría “como testimonio de recuerdo y elemento de unión entre España e Israel”. El escultor donó la obra que está realizada en hierro y con una altura de 4,20 metros. Está basada en la mundialmente conocida fotografía del reportero de guerra Robert Capa sobre el miliciano herido de muerte en la guerra civil.

La inspiración del escultor para la realización de la obra, le vino porque familiares y amigos judíos participaron como voluntarios en las Brigadas Internacionales en el frente de Córdoba.




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