San Gregorio, la feria chica de Pozoblanco

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Hay muchas leyendas sobre la festividad de San Gregorio y su feria. También sobre su celebración. El año pasado se decidió que se llevara al barrio dejando el Recinto Ferial oscuro y en silencio. Ya estaba apagado a pesar de que las atracciones estuvieran allí. San Gregorio ha vuelto a ser una fiesta grande de barrio. No obstante, es justo decir que fue un éxito de gente y de animación los primeros años en los que la feria chica se celebró en el Recinto Ferial.

Los recuerdos que yo tengo de San Gregorio están en el paseo Marcos Redondo. Tascas con barras de chapa y a pie de calle. Al fondo, frente al Instituto, estaban los cochecitos y atracciones infantiles. Y luego subir a San Gregorio. A la gente le gusta las fiestas que son del pueblo y para el pueblo. No sé si llamarlas verbenas o fiestas populares. En ellas se ve uno de niño o de joven. Se disfruta porque forman parte de su calendario sentimental. No solo la de San Gregorio, San Antonio, San Bartolomé, Los Llanos y las de todos los barrios.

San Gregorio ha tenido años de todos. Épocas donde ha sido una fiesta muy fuerte. Otras donde no tanto. La verdad es que si San Gregorio ha sido fuerte o menos fuerte ha dependido de nosotros mismos y de nuestra manera de vivirlo. La vida es el tiempo de cada uno que, sin embargo, no nos pertenece, que se acaba cuando se acaba por mucho que nos empeñemos en que nunca se termine. Y en ese espacio tan nuestro y tan poco nuestro, vivimos las fiestas de nuestro pueblo. Son fechas que se esperan.

Hubo un tiempo, quizás lejano, donde había incluso más ambiente en San Gregorio porque la gente joven era la que animaba todas las verbenas, ferias y fiestas. Luego pasó que el botellón lo inundó todo. Daba igual la fiesta que fuera que al final, solo había botellón. Y ahora se ha vuelto a vivir las cosas en su sitio y a que la gente joven tire de las fiestas. Si no hay gente joven, la fiesta no es completa.

Este fin de semana es el de San Gregorio en Pozoblanco. Unos lo viven con religiosidad. Otros como una fiesta de su barrio. Y los más, como una fiesta del pueblo y de la comarca. Para unos viene rezando, para otros cantando y bailando. San Gregorio es algo más que pasar un rato agradable con los amigos. Es vivirlo cuando los cohetes anuncian su presencia por las calles del barrio y se acelera el pulso y los corazones perpetuando los cánticos y las tradiciones que sostuvieron la alegría en otro tiempo y en el actual.


La vida es un listado de nombres, un listado de números y de fiestas entre las que está San Gregorio.


No hay comentarios :

Publicar un comentario