Guadalupe, donde Los Pedroches se funden con Extremadura

SATURNINO MUÑOZ
HINOJOSA DEL DUQUE


Pese al paso de los siglos, algunos pueblos de la zona más occidental de Los Pedroches no olvidan los vínculos históricos que esta área de la geografía hoy cordobesa mantuvo en el pasado con la Comunidad de Extremadura. De esta manera, y cumpliendo una tradición traspasada de generación a generación, en torno a cuarenta hinojoseños a los que se han sumado varios belalcazareños han realizado una peregrinación a píe hasta el Monasterio de la Virgen de Guadalupe, en la provincia de Cáceres. A lo largo de cuatro jornadas, este conjunto de devotos ha tenido que recorrer la distancia que separa a ambas localidades, superior a los ciento cincuenta kilómetros, sin que el esfuerzo que ello supone haya mermado su firme voluntad de visitar uno de los templos más importantes de España coincidiendo con la festividad de la patrona de la comunidad autónoma vecina.



Un recorrido que marca un ritual de devoción que ha ido pasando de padres a hijos sin que nadie se considere capaz de explicar su origen. La primera jornada llevó a este grupo de peregrinos a pernoctar en la localidad pacense de Cabeza del Buey habiendo superado de esta forma los primeros 30 kilómetros de trayecto. Con posterioridad, las siguientes jornadas condujeron a los devotos a las localidades de Puebla de Alcocer y Casas de Don Pedro. Durante estas etapas los peregrinos intentaron aprovechar en todo momento las horas en las que las temperaturas son más suaves. La jornada comienza normalmente en torno a las cuatro de la mañana con el desayuno, para reanudar inmediatamente la marcha, de esta forma tratan cada año de hacer menos duro el camino por una de las zonas más inhóspitas del trayecto, debido a las características del terreno y a la falta de vegetación.



Junto a los peregrinos, un grupo de varias personas y vehículos ha prestado el necesario apoyo logístico durante estos cuatro días de tránsito por tierras extremeñas. Todas las fatigas y esfuerzos que provocan las horas de duras caminatas, según los integrantes de este cortejo, se vieron superadas al llegar al monasterio el miércoles y asistir en directo en la tarde ese día a la bajada de la imagen de la Virgen de Guadalupe de su camarín, así como a la posterior función religiosa en honor de los peregrinos.

Este recorrido de fe pone de relieve una vez más los lazos de hermandad de un importante número de municipios de Los Pedroches con Extremadura debido a su situación geográfica y a las relaciones históricas, una realidad fácilmente comprobable en los rasgos y costumbres que ambas comunidades poseen y comparten.


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