Entre todos lo mataron y él solito se murió

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Por primera vez en la historia de la democracia ha salido adelante una moción de censura, en este caso contra el Gobierno del Partido Popular, que ha sido derrotado con la iniciativa del PSOE y el respaldo de Podemos y todos los partidos nacionalistas vascos y catalanes que quieren la desintegración del territorio español.

Por fin Pedro Sánchez obtiene lo que con tanta ansia quería, ser Presidente del Gobierno, y lo ha conseguido con la utilización de una herramienta que contempla la Constitución, pero con el menor número de diputados, 84, desde la iniciación de la democracia.

Pero con esto Pedro satisface su ego de pasar a la historia como Presidente, y de paso se asegura las muchas prebendas y beneficios que va a tener cuando salga, como por ejemplo: sueldo vitalicio, coche y chófer, guardaespaldas, oficina, secretaria, colocación en algún consejo de dirección de una gran empresa con “sueldazo” incluido, etc. Todo esto sin que lo haya ganado con los votos de los ciudadanos.

Clave para que esta moción de censura haya salido adelante ha sido el partido Podemos, del cual Pedro Sánchez dijo en su momento que jamás pactaría ni llegaría a ningún acuerdo con el partido de Pablo iglesias, ahí están las hemerotecas.

El señor Sánchez va a estar sentado no en un sillón, sino en un auténtico polvorín, que puede estallar en cualquier momento, o puede que vaya devorándolo poco a poco.

Por un lado están los partidos nacionalistas vascos, donde el PNV no sabemos si le ha sacado aún más que a Rajoy para contar con su apoyo. De la misma manera no sé cómo va a contener y poner freno al recorrido trazado por los independentistas catalanes. Además estará frente a las ganas de protagonismo y pretensiones rupturistas de nuestra Constitución y forma de Estado que ha tenido siempre Podemos.

Descabalgar a un gobierno anterior para acceder a él apoyándose en los secesionistas/golpistas que quieren destruir España, en los populistas antisistema y en general en opciones políticas que quieren liquidar nuestro orden constitucional y nuestro sistema democrático, será todo lo legal que se quiera pero es cuestionable desde el punto de vista moral. Si estos grupos prefieren antes a Sánchez que a Rajoy por algo debe ser, y la sospecha y la inquietud vienen ya por añadido.

A todo esto el Gobierno va a tener como partidos duros de la oposición al propio PP y a Ciudadanos, que se ha quedado fuera del juego con el cambio de cromo en la presidencia, pues a ellos le interesaba que siguiera desgastándose el Partido Popular gobernando, para seguir incrementando el número de potenciales votantes, prácticamente sin hacer ellos nada.

Pero para llegar a este escenario hemos tenido que presenciar cómo Mariano Rajoy se metía en su caparazón de tortuga ante la “sentencia Gurtel”, sin reacción alguna, anteponiéndose él a los intereses del partido sin capacidad de actuación.

Yo creo que él, al día siguiente de la sentencia tenía que haber presentado la dimisión, primero por lo que se ha sabido que hicieron algunos de sus compañeros de partido, aunque la mayoría viene de cuando gobernaba Aznar. Él era primero ministro y posteriormente Vicepresidente y tenía que saber la clase de inmoralidad que estos sujetos tenían. Pero claro, como fue puesto a dedo por el súper-Aznar, siempre le ha tenido más que respeto, yo diría que miedo a su antecesor, y al final lo ha pagado con creces.

Es verdad que el ya expresidente deja una España mucho mejor económicamente que la ruina que cogió del peor presidente de la democracia, el Sr. Zapatero, pero también ha cometido errores como no frenar con contundencia el avance independentista en Cataluña, además de no saber adelantarse a los múltiples casos de corrupción de su partido, sumado a la alergia que siempre ha tenido a la mínima exposición mediática, teniendo un gran déficit de comunicación.

También creo que el propio Aznar se va de rositas, teniendo su parte de culpa en lo acontecido en el PP, pero claro como él se cree un ser superior que está por encima de todo se permite dar conferencias y ruedas de prensa donde resalta su prepotencia y ego mayúsculo que tiene.

Mariano Rajoy no dimitiendo se lo ha puesto en bandeja al resto de partidos. Si él hubiese hecho lo que tenía que hacer, que era pedir perdón a toda España y dimitir dejando a una mujer en su sustitución que hubiera terminado la legislatura, habría dejado descolocados al resto de diputados y sin base para presentar la moción.

De la misma manera el PP se debe reciclar en estos dos años y buscar una candidata, tiene que ser una mujer, porque están también o mejor preparadas que los hombres, y a mí me ofrecen más garantías de honradez que los hombres actuales del PP.

En el mismo paralelismo con lo que ha ocurrido a nivel nacional, debe tomar buena nota la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, porque si los expresidentes Chaves y Griñán salen condenados ella tendrá que dimitir e irse a su casa, lo mismo que le ha ocurrido al Sr. Rajoy.

Siguiendo con el nuevo Presidente, vamos a ver cómo lidia con los partidos antisistema, porque puede convertirse en rehén de sus pretensiones. Además el nuevo ejecutivo debe ajustar su acción de gobierno a las políticas marcadas por Bruselas. Porque nuestros socios comunitarios no van a permitir otro fracaso como el de Grecia de Varoufakis, el que le prometió a la población griega el maná y poco a poco fue dándole más vueltas de tuerca de las que ya tenía, dejando a la ciudadanía sin plumas y cacareando. Ese mismo al que el populista Pablo Iglesias fue a felicitar y abrazar, cantando el “sí, se puede”. Claro que el podemita no terminó la frase porque la correcta era, “sí, se puede estar mucho peor”, que es como está ahora el ciudadano heleno.

Por cierto, desde entonces nunca más se ha sabido de la relación de líder de Podemos y Varoufakis.

Si Pedro Sánchez quiere mirar por España y por su propio partido, debería de convocar elecciones en un plazo no superior a seis o siete meses. Si por el contrario persigue agotar la legislatura, además de los problemas de gobierno que va a tener, dejará a su partido mermado, y podría caer hasta la cuarta posición en las próximas elecciones generales.

Este gobierno de transición debe desembocar en un proceso electoral a corto plazo, donde los españoles con nuestros votos decidamos quién debe ocupar la presidencia. Solo entonces habrá demostrado Pedro Sánchez su madurez política.


No hay comentarios :

Publicar un comentario