Animalistas asaltando vaquerías en Cataluña

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)



Hace unos días, 150 activistas animalistas asaltaron una granja de vacuno lechero en Cataluña. Los vaqueros también se están convirtiendo en el objetivo de algunos grupos organizados que asaltan sus fincas para liberar vacas, cerdos y pollos. Massin Akandouch, organizador de este grupo deja un mensaje “Dejad de explotar a los animales”.

Este supuesto amor a los animales no es más que una mentira. ¿Liberar a los animales? ¿Mañana cuidarán de ellos? Seguro que no. Liberan un animal y, ¿qué hacen? Estos urbanistas no han cuidado nunca de vacas, ovejas o cabras. Y no lo harán. Si acaso de su mascota y habría que verlos. Action for Liberation denuncia el “uso y el consumo innecesario de animales”. No sé por qué estos activistas siguen viviendo en grandes ciudades lejos del campo. ¿Por qué no se va a trabajar con estos animales a los que quieren defender? Deberían empezar por ahí.

Los ganaderos son los que se levantan cada mañana para cuidar de estos animales. Si estos animales estuvieran en manos de los activistas, que asaltan granjas, no existirían. La única realidad es que este gremio, el ganadero, es el que es el que se la juega cada día. Se juega su trabajo, su patrimonio y su tierra. Si no hubiera ganaderos, no habría vacas, caballos, cabras, ovejas o cerdos. Y si los hubiera, estarían casi en peligro de extinción. Y sin estos animales los campos estarían amenazados por los incendios. Todo estaría lleno de pasto y de abandono. Nos cargaríamos el planeta. Las palomas, ratas y otros animales buscarían aún más las ciudades. Los pueblos pequeños desaparecerían o quedarían heridos de muerte.

“Estos animales han sido separados de sus madres para que nosotros podamos beber la leche que les pertenece a ellos. Son unas condiciones horribles, no es nada humano”, denunciaba Massin Akandough, portavoz de Action for Liberation. Lo declaraba mientras que soltaba animales y violentaba la paz de la granja. El problema de España es que ataca a los que trabajan (cosiéndolos a impuestos, dejándolos desprotegidos y no valorando lo que hacen). Si una banda de activistas entra en una propiedad privada asaltándola debe de ser denunciada. ¿Y qué pasó? Que se echaron una fotografía. Tan campantes. Unos trabajan la tierra y otros la asaltan. Y los buenos son los que la asaltan. ¡Cómo ha cambiado este mundo!

Estos señores lo que cometieron fue un delito. ¿Qué hubiera pasado si hubieran entrado en su piso y hubieran alterado o quitado la correa a su perrito. Los ganaderos y la gente sensata no puede seguir en una actitud sumisa que acepta todo. Algún día tendrán que rebelarse.

Detrás del movimiento urbanita está el animalismo que tiene un solo fin: llenar aún más las grandes ciudades en detrimento de lo rural y ecológico por razones ideológicas. ¿Estos activistas son reales o están financiados? Detrás de ese mundo de Disney está el dinero. No lo duden. El animalismo prohíbe hasta el uso de los animales en la investigación. ¿Es que no se quiere investigar? ¿A esa gente fuerte que está detrás le interesa el ‘buenismo’ animal, le interesa que no se investigue y no haya remedio para determinadas enfermedades? ¿Lo han pensado? Estos movimientos tienen cosas que esconden detrás de la cortina y han encontrado en el animal la excusa perfecta. Hay multinacionales detrás del animalismo. Es sencillo: pintar un mundo de color de rosa y esperar el apoyo de ignorantes.

¡No es jamón, es carne muerta! ¡No al maltrato del olivo, un ser vivo! ¡No pueden ser ordeñadas, son nuestras compañeras las vacas! Esto es una locura. Nos asaltan. Y dicen ser los buenos. Este mundo ha cambiado tanto que un día lo vamos a hacer desaparecer. 


No hay comentarios :

Publicar un comentario