Belalcázar recuperará la casa familiar de Corpus Barga

REDACCIÓN
BELALCÁZAR

El Ayuntamiento de Belalcázar ha llegado a un acuerdo con los herederos -nietos y bisnietos- del periodista Corpus Barga (1887-1975), cronista del siglo XX en España, Europa y Latinoamérica, para expropiar el solar y las ruinas de lo que fue la Casa Grande, tal y como se conoce a esta casa familiar perteneciente a varias generaciones, tal y como relata Marta Jiménez en el diario online Cordópolis.

El expediente de expropiación de lo que fue este inmueble se realizará por su carácter de bien de interés social e irá a pleno municipal el próximo 25 de julio, según informa el alcalde de esta localidad de los Pedroches, Francisco Luis Fernández.

El Ayuntamiento mantendrá la fachada de la antigua casa solariega, limpiará su interior y lo convertirá en un parque que albergará una ciudad de los niños para el pueblo y un parque de educación vial. “Vamos a recuperar todo lo que podamos de la antigua casa”, indica el alcalde en conversación telefónica. “Es un proyecto a largo plazo que esperamos que esté acabado en este mandato de cuatro años”, indica sobre un parque que lindará con el paseo que lleva el nombre del escritor. 

Aspecto que presenta la casa en la actualidad.


La expropiación de los 12.000 metros cuadrados de solar y ruinas ya tiene asignados 60.000 euros en el presupuesto municipal de este año, y de su limpieza se encargarán los servicios del propio consistorio, un hecho que ha sido “aceptado de buen grado” por los vecinos de Belalcázar en palabras de su alcalde. Para el futuro parque y centro de educación vial se espera una aprobación provisional de la Junta de Andalucía.

Los antepasados del escritor, los Gómez de la Serna -el periodista fue tío de Ramón Gómez de la Serna- construyeron en el primer tercio del siglo XIX esta casa de la que en la actualidad sólo se conserva la fachada y algunos restos estructurales en su interior. Una especie de decorado en la calle Conde Don Alonso que hoy tan solo guarda vegetación y ruina, pero que en sus días dorados cobijó a cuatro generaciones de una familia influyente en la España del siglo XIX y del siglo XX, hasta el estallido de la Guerra Civil, tras la que esta casa fue saqueada por los vencedores y enterrada en el olvido.

En 1970 Corpus Barga consiguió volver a Belalcázar desde su exilio en Perú, cinco años antes de la muerte de Franco y de su propia muerte, y con ayuda de algunas personas recuperó tres piezas originales de la fachada, dos escudos y un San Rafael, y se las llevó. Los que hoy lucen son una reconstrucción. 


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