El Brigader Romero, un militar clave en la España del diecinueve

SATURNINO MUÑOZ
HINOJOSA DEL DUQUE

La Asociación Cívica Hinojosa durante el desarrollo de sus cuartas jornadas estivales ha puesto de relieve la importancia del militar hinojoseño Francisco Romero y Palomque. Conocido como el Brigadier Romero ha pasado a la historia como “el condesito” o “mil hombres”, según subrayó en el transcurso de su ponencia el historiador Ángel Fernández, que lo definió como un “hinojoseño atemporal”.

Fátima Barbancho, responsable de este colectivo hinojoseño, en sus palabras de presentación y bienvenida a los asistentes destacó la importancia del Brigadier Romero en la tumultuosa historia militar del siglo diecinueve español. “Romero Palomeque, afirmó, fue una persona muy tradicionalista y con una profunda devoción religiosa. Unos principios que lo convirtieron en su juventud en un ardiente defensor de los principios carlistas”. 



Según Ángel Fernández, Francisco Romero y Palomeque pese a que nació en Sevilla siempre estuvo estrechamente vinculado a Hinojosa, el pueblo de sus antepasados, donde poseía casa solariega y una importancia social muy manifiesta. “Su vocación militar le permitió con tan sólo diecinueve años, en 1830, convertirse en alférez de lanceros de Fernando VII, defendido con arrojo la vida de los frailes del convento de Atocha durante los disturbios de 1834. Un episodio que decantará y fortalecerá su decisión de situarse militarmente a favor de los partidarios de Carlos María Isidro durante la primera guerra carlista”, destacó el ponente.

Sería durante el transcurso de este conflicto donde el Brigadier Romero alcanzaría una serie de ascensos en la carrera militar que lo convirtieron en coronel con tan sólo veintisiete años. El final de las hostilidades y su oposición al Pacto de Vergara lo llevarían en mil ochocientos cuarenta a un retiro temporal en Hinojosa. Tan sólo tres años después Romero Palomeque volvería al ejército para frenar los intentos de sublevación y la actividad de los bandoleros en la serranía de Ronda.

Su vida en los años siguientes está condicionada por sus obligaciones militares y sus problemas de salud, de los que se recupera en Hinojosa, donde volverá a casarse con Teresa Balmaseda. En mil ochocientos cincuenta y nueve con el nombramiento de brigadier protagonizará hechos militares de gran valentía y coraje en la guerra de Marruecos. Unas acciones de guerra que le proporcionaron las máximas condecoraciones militares de la época. ν

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