Embajadores de Qatar y azote de España

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


En Qatar reclutan a cientos de miles de trabajadores emigrantes de la construcción. Sufren explotación y abusos, llegando en ocasiones a trabajar en condiciones cercanas a la esclavitud. Más de 2.000 han muerto ya en las obras de construcción para los estadios de fútbol del Mundial (paros cardíacos al estar sometidos a una carga de trabajo brutal con altas temperaturas, accidentes y condiciones deplorables).

En Qatar existe la pena de muerte. Incluso para casos en los que los delitos no están nada claros. Qatar sigue discriminando a las mujeres en relación con el matrimonio, el divorcio, la herencia o la custodia de los hijos e hijas. En Qatar no se condena la violencia de género. Está condenada con cárcel la relación homosexual. En Qatar no hay derechos laborales y civiles. 



Pep Guardiola, quien, como le ha dicho Arrimadas, se ha forrado en Qatar, ha dicho esta semana que “La sentencia del procés es un ataque a los derechos humanos”. Lo dice él que ha defendido, promocionado y cobrado de Qatar, que es uno de esos sitios donde los derechos humanos son pisoteados cada día. Y ya no los derechos sino los humanos directamente. Este vocero cobarde, vendido y estómago agradecido pide que intervención internacional para que en España no se salgan con la suya. Este golfo habla de derechos y libertades rodeándose de jeques que le pagan con el dinero de los oprimidos. Se puede ser más ruin. Embajador del Mundial de Qatar. ¿Qué puede decir este hombre? ¿Qué viene a dar lecciones de ética? 

Y luego está Xavi Hernández que dice que en Qatar no hay democracia pero que la gente es más feliz. No sé si se lo ha preguntado a los familiares de los trabajadores que mueren por esclavitud, a las mujeres qataríes discriminadas, a los homosexuales condenados. ¿Se puede ser más imbécil? Ahora viene a decir que la sentencia del procés es una vergüenza. Lo dice él que se va a vivir a Qatar para no pagar impuestos en España convirtiéndose en embajador futbolístico de Qatar. 



Como dice Carlos Ruiz “Somos un carajo de país al que se le puede chulear cuando gusten”. Estos dos señores se han hecho millonarios en el país al que ahora critican, España. ¿Se puede tener la cara más dura?

No son los únicos. Los hay por todas partes porque no se puede llamar presos políticos a golfos. Llamar exiliado a Puigdemont. Llamar nación a lo que es región. No atreverse a nombrar España y si se hace es para quemarla con palabras, con silbidos y con mecheros. Basta ya. Esto es sonrojante. No se pueden violar las leyes, la constitución y el estado de derecho.

Estos no se han dado cuenta de que todos estamos sujetos al cumplimiento de la Constitución y de la ley. Estos no se han dado cuenta de que somos españoles. Estos no se han dado cuenta de que esto no es un paraíso de impostores. La Justicia ha hablado. No ha sido dura ni blanda. Ha sido justa. Sin más. Porque estamos en un estado democrático.

Somos una nación aunque estemos dando la imagen de “ una desgracia” de la que se ríen en todos lados. Un día habrá que ponerse en el sitio que nos corresponde y decirle a esta gente cuatro cosas y enseñarle las reglas para que nos respeten. De una vez por todas. 


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