Abocados a una hazaña

EMILIO GÓMEZ 
POZOBLANCO

El Pozoblanco necesita de una victoria y después otra y así hasta el final de campaña. ¡Queda mucho que sumar! Es como esa cuenta de la vieja que dice que para ascender hay que decir aquello de “que pase el siguiente”. Puede haber muchas lecturas del partido ante el San José, la que importa es el resultado, y no el juego, que sin ser espantoso, tampoco fue brillante, no al menos todo lo que esperábamos. Pozoblanco ganó al San José y lo fundamental es que la victoria sirvió para ahuyentar fantasmas, que son multitud, esos que nos han dado fama de equipo blandito, afligido en cuanto no nos salen cartas. Lo importante es que estamos vivos, lejos del objetivo pero alcanzable todavía, ya nos llegará el fútbol y entonces que nos echen un galgo.

Miguel Ruiz en un remate a portería/SÁNCHEZ RUIZ

UN FINAL Y UN PRINCIPIO. 
El Pozoblanco ha llegado a la recta final de la liga sin la chispa del inicio de campaña donde el equipo era alegre, jugón y divertido. Ante el San José fue uno de esos equipos ramplones bloqueados por la zonas del campo por donde pisaba.

EL MORÓN SIN ÁVALO. 
Es un buen equipo el Morón que tuvo el problema principal en un partido que ganaron y le dieron por perdido. Tres puntos menos y otros tres por sanción. Seis por alineación indebida. Luego se fue su goleador Ávalo y ahí acabó todo.

Quedan 27 puntos. Muchos. El Castilleja está a seis puntos y a siete el Espeleño. Se pueden recortar pero un fallo del Pozoblanco y un acierto de los dos primeros puede abrir la brecha. Lo cierto es que salvo resurgimiento glorioso y desplome de Espeleño y Castilleja la cosa no pinta del todo bien pero es posible y a eso se agarra Mario Rojas. Para el Pozoblanco, ganar es soñar. Saben que los dos de arriba tropezarán pues en los finales de liga los resultados son toda una sorpresa.

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