Entrevista a Pedro Sosa, médico y músico

ANTONIO MANUEL CABALLERO
POZOBLANCO


“La esperanza es que no acompaño
a moribundos sino a gente que
emprende el viaje hacia otro lado”


Pedro Sosa protagonizó el pasado jueves un concierto muy especial en la Capilla de Jesús Nazareno de Pozoblanco en el que su música se entrelazó con sus reflexiones. La finalidad solidaria también estuvo muy presente.

Nacido en Isla Cristina en 1975 este médico pasó por el hospital Infanta Elena de Huelva antes de lograr su plaza en el servicio de Medicina Interna del hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco, donde trabaja en la actualidad, centrado en cuidados paliativos. Músico y médico con las ideas muy claras como cuando dijo en un programa de televisión, Hit La canción, que “no conozco a gente más viva que la que sabe que va a morir”. Una frase lapidaria y que enseguida circuló por las redes sociales.

Pedro Sosa es un médico y un músico muy comprometido. /SÁNCHEZ RUIZ


– Cuéntenos que es la asociación Universo de Trapo.
– Llevamos un año ya funcionando y la pusimos en marcha a raíz del disco que saqué hace un par de años con el mismo nombre. Es una asociación que pretende generar productos artísticos de gran calidad, como fotografía, pintura, música… hay escritores, poetas y hasta cuenta cuentos y todo ello para que las ONGs que necesitan un empujoncito puedan tener algo con lo que auto subvencionarse. Contamos con grandes artistas a los que les hemos dado con la asociación una excusa para que su arte sirva para mucho más que para lucrarse. Hemos llegado a realizar conciertos en los que se ha logrado recaudar casi 4.000 euros para proyectos concreto que siempre tienen que ser proyectos de desarrollo humano. Así que así estamos, prácticamente recorriendo toda la geografía española y bueno un poco cansado pero sobre todo encantado.

– ¿Y Proyecto Honduras?
– Es otra ONG a la que pertenezco y con la que realizo actividades de cooperación internacional en Centro América. Es una ONG muy pequeña que tiene su sede en Sevilla y la labor consiste en prestar atención médica, formación especializada a los mismos sanitarios que hay allí en Honduras y como proyectos más grandes tenemos la guardería que agrupa a casi 200 niños a los que se les da de comer, de beber, ropa y una educación decente en un barrio de Tegucigalpa que es un verdadero infierno. Y luego está Casa Zulema que es una casa para enfermos terminales, fundamentalmente niños que tienen sida. Yo estoy muy implicado y todos los beneficios del disco Universo de Trapo van a esta casa. Al final, ningún banco te puede dar tantos intereses como la satisfacción de ver como hay gente que puede vivir un poquito mejor con lo que eres capaz de crear. Son seres humanos que no constan para la administración, que se encuentran sin fármacos en un lugar donde vale más un litro de agua que un litro de Coca Cola.

– ¿Importa la distancia cuando la implicación es tan importante? 
– Estoy hablando de realidades tan lejanas como cercanas y dónde la distancia no se mide por los kilómetros sino por los casos concretos como Wendy, por poner un ejemplo, una niña a la que he visto crecer en la casa de terminales, con enfermedades múltiples y que sabes que no va a durar mucho tiempo pero con la que has jugado, reído o le has contado un cuento. Ahí los kilómetros se olvida y las palabras de hago algo para ser solidario no tienen sentido porque se transforma en algo personal, alguien a quien quieres y que te importa, alguien que sabes que no va a tener lo necesario si tú no asumes la responsabilidad que te toca y está en tu mano hacer.

Pedro Sosa protagonizó el jueves un concierto en la Capilla de Jesús Nazareno. /SÁNCHEZ RUIZ


– Su trabajo como médico en el hospital de Pozoblanco es la atención a los enfermos terminales. ¿Qué se le pasa por la cabeza a una persona enferma que sabe que pronto va a morir? 
– A veces el ser humano necesita de golpes duros para darse cuenta de determinadas cosas. Hace poco se publicó un estudio que recogía la opinión de más de 400 chicos jóvenes que sabían que pronto se iban a morir porque padecían enfermedades graves, oncológicas o cardiacas y a los que se les preguntaba qué era lo que más les pesaba ahora que sabían que iban a morir. Y si antes sus preocupaciones podían ser la hipoteca, comprarse una vivienda o encontrar un trabajo, ya en ese momento la respuesta fue otra. La respuesta mayoritaria fue haber vivido como otros esperaban de mí y no como yo habría querido. Por lo que sea, por convencionalismos, por cultura o por presión social. Es triste que un ser humano se dé cuenta de eso al final de su vida cuando ya no hay tiempo de cambiar las cosas. Por eso yo hago un llamamiento a que la gente se haga esa pregunta si mañana dejaras de estar aquí. Y si crees que tienes que cambiar cosas en tu vida, lánzate a ello porque es lo que va a dar sentido y solidez al final cuando llegue, aunque no me gustar utilizar el término final, sino dar un paso hacia otra forma de vida.

– ¿Cómo se enfrenta un médico como usted a esos casos de enfermedad terminal y cuando esas personas le miran a los ojos o le cogen de la mano? 
– Me enfrento sintiéndome un privilegiado. No hay nada más potente para un ser humano que descubrir para qué está hecho y atreverse a hacerlo. Yo, con toda la humildad del mundo, he tenido la gran suerte desde joven de descubrir lo que da sentido a mi vida. La parte más sólida de mí mismo radica en que estoy hecho para acompañar a las personas en ese momento. Y estoy cada día más convencido que no acompaño a moribundos sino a gente que se va de viaje a otro lado. Desde esa esperanza mi trabajo es apasionante, maravilloso y no lo cambiaría por nada del mundo.

– ¿Es adecuada la atención y los recursos que el sistema sanitario presta a los enfermos de cuidados paliativos? 
– Tenemos el privilegio de contar uno de los mejores sistemas de cuidados paliativos de España. De verdad, creo que aquí, en Los Pedroches, gestionado por Beatriz Mellado y Mamen, la enfermera, tenemos un equipo de soporte de cuidados paliativos domiciliarios que es un verdadero lujazo y en ese aspecto considero que es de lo mejor que hay en la sanidad de esta área y lo digo con conocimiento de causa. Los profesionales que trabajamos en el hospital de puertas para adentro cada vez somos más conscientes de que no sólo se trata de atender físicamente a las personas sino también emocionalmente y hay un equipo de trabajo social en el hospital que facilita muchísimo lo que es la atención integral a los familiares. El gran reto es que la sociedad preste más apoyo a las familias cuidadoras cuidan en su casa no sólo de enfermos terminales sino de enfermos crónicos durante largos periodos y creo que necesitan más apoyo del que tienen más allá de conceder una cama articulada o más allá de una ley de dependencia que cada vez se recorta más. Hay que cuidar de esos cuidadores.


4 comentarios :

  1. Es grande, Pedro es enorme, los que no lo conocen y leen este articulo sienten la emoción que transmite, sus palabras, sus vivencias y sus grandes actos para con los necesitados, pero los que tenemos el privilegio de conocerlo, de abrazarlo y sentirlo como algo tan nuestro, eso no se puede expresar con palabras, y menos palabras escritas, son emociones demasiado intensas. Un abrazo hermano.

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  2. Ya llegará el día de conocernos, amigo. Desde Tarapoto, Perú, te envío un fuerte abrazo. Sigue dando lo mejor de ti. Hermosas palabras y hermosa guitarra la tuya.

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  3. Gracias Mirlo! Seguro que habrán ocasión bro!

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  4. Gracias Mirlo! Seguro que habrán ocasión bro!

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