Páginas de la historia de Los Pedroches El Tesorillo de los Almadenes de Alcaracejos (pueblos prerromanos)

JUAN PALOMO PALOMO


En 1925 Manuel Fernández, natural de Villaralto, se encontraba arando en el Cerro del Peñón, a menos de medio kilómetro al oeste del arroyo García del Coso y próximo a las minas de Chaparro Barrenado o de Los Almadenes; el lugar se encuentra a unos 8 km al suroeste de Pozoblanco, dentro del término de Alcaracejos.

La reja del arado dejó medio al descubierto un recipiente metálico, pero Manuel, creyendo que se trataba de de esos tantos calderos de hierro que los mineros tiraban al convertirse en inservibles, no le prestó más atención. Al año siguiente se encontraban en el mismo lugar sus hermanas Otilia y Catalina apacentando el ganado, y quizá para entretenerse decidieron acabar de desenterrar la olla con la ayuda de sus cayados. Su sorpresa fue grande cuando descubrieron en el interior del recipiente (que resultó ser una vasija de cobre) un gran número de monedas y otros objetos de plata. Salía así a la luz, más de dos milenios después de ser ocultado, uno de los atesoramientos romano-republicanos de más interesante de la antigua Bética, tanto por el número como por la calidad de sus piezas: el tesorillo de los Almadenes.



El conjunto fue adquirido por don Moisés Moreno Castro, farmacéutico de Pozoblanco, entregándolo al Museo Arqueológico de Córdoba en 1928 por mediación de don Antonio Carbonell, ingeniero de minas de profesión, pero también uno de los pioneros en el estudio de la Prehistoria y Antigüedad del norte de Córdoba. Cuando el director del museo, D. Samuel de los Santos Gener, dio a conocer el atesoramiento ese mismo año (en el Boletín de la Real Academia de Córdoba nº 21) creyó que procedía del lugar de origen del donante, titulando su artículo “El tesoro celtíbero-romano de los Almadenes en Pozoblanco”, aunque, como se comentaba arriba, el lugar está en el término municipal de Alcaracejos.

El conjunto está formado por monedas y distintos objetos, todos ellos de plata.

En cuanto a las monedas, don Samuel de los Santos hablaba en unas doscientas, aunque sólo han podido ser estudiadas algo más de un centenar. Se trata de denarios, la moneda de plata oficial de los romanos, siete de los cuales habían sido acuñados en ciudades romanas. La cronología de las piezas más tardías se situó en principio en el 108-107 a.C., aunque el análisis posterior de otros denarios, presumiblemente también procedentes de este conjunto, situaban las monedas más recientes entre los años 48 y 45 a.C. Estas fechas, evidentemente, están apuntando al momento en el que se produjo el ocultamiento, en los convulsos tiempos de finales de la República romana.

Respecto a los otros objetos, el tesorillo de los Almadenes de Alcaracejos es, con diferencia, el más importante de los hallados en el sur de Hispania en cuanto al número de joyas (treinta y dos) y vajillas (ocho) que acompañan a la tesaurización.



Se compone de cuencos; torques, una especie de collar rígido característico de la Edad del Hierro peninsular; brazaletes; anillos; colgantes o collares formados por discos recortados; y fíbulas, siendo éstas las piezas más bellas e interesantes. Se pueden contemplar en el Museo Arqueológico de Córdoba, donde se encuentran expuestos.

Las fíbulas eran como una especie de grandes imperdibles, empleadas para sujetar las distintas piezas del vestido. En este conjunto hay siete fíbulas íntegras, y fragmentos de otras dos. Lo peculiar de ellas es que, técnica y tipológicamente, son de esquemas célticos, aunque son modelos exclusivamente peninsulares.



Los elementos de adorno personal podrían haber sido fabricados hacia los siglos IV al II a.C., y su ocultamiento se podría haber producido bien a finales del siglo II a.C., bien a mediados del siglo I a.C., en función de las últimas monedas acuñadas. Se ha considerado que el motivo de las ocultaciones estuvo relacionado con el declive de las oligarquías indígenas, que a finales del siglo II a. C. habían perdido su papel de intermediarios con los conquistadores romanos, y que además tenían una competencia en esta función con la de emigrantes itálicos. En esta pugna se produjo algún suceso que impidió que la persona o personas que lo habían enterrado volvieran a por él. No sabemos a quién se debió el ocultamiento, ni el porqué, aunque parece claro que el atesoramiento se produjo en un área minera. El número parece sobrepasar el límite de una persona, por lo que cualquier explicación (taller de un platero, ajuar familiar, depósitos rituales…) puede ser válida.

Hermanas descubrimiento Almadenes.


El que las fíbulas sean de esquema de La Tène ha sido causa de consideraciones étnicas, sobre la presencia de célticos en las tierras del norte de Córdoba a comienzos de la romanización, pues La Tène (con centro en los Alpes) es considerada el paradigma de la cultura celta. Pero, aunque su esquema sea el mismo que el de las más típicas fíbulas celtas de Centroeuropa, es una forma regional de la Península, en exclusiva. Además, no se puede confundir lo que es “cultura arqueológica” con “pueblo”. Poniendo un ejemplo actual, el que alguien conduzca en España un Toyota no quiere decir que sea japonés, mas es lógico que alguna relación hay. Y también es bien cierto que esta zona más septentrional de la actual Córdoba, conocida como Baeturia turdulorum en la Antigüedad, tiene en el registro arqueológico otros elementos que la vinculan más con la Hispania indoeuropea que con la ibérica típica del Sur y Levante peninsular; a la par que hay significativas ausencias, por ejemplo no se conoce en el norte de Córdoba ni la característica cerámica de bandas ibérica, ni esculturas zoomorfas ni necrópolis de tipo ibérico. (Esto es algo que se observa en la actualidad, la comarca andaluza de Los Pedroches tiene mucha más afinidad cultural -habla, arquitectura tradicional, folclore…- con la Meseta que con el Valle del Guadalquivir.)


[Más información y créditos de las fotografías expuestas en http://sibulquez.blogspot.com.es/2013/03/el-tesorillo-de-los-almadenes-de.html ]


No hay comentarios :

Publicar un comentario