La secta independentista

JUAN IGNACIO REDONDO CAMPOS
POZOBLANCO


Da miedo escuchar las bravuconerías con las que los líderes independentistas catalanes nos desafían a diario. Como secta que es, todos caminan pletóricos al desastre, arrastrando al resto de la sociedad catalana a la que han dividido sin escrúpulos. Durante decenios han engañado, manipulado y engullido a sus víctimas falsificando la historia, prometiéndoles el cielo, marginando a quienes contra viento y marea se han mantenido firmes a sus presiones institucionalizadas. En esta situación no se puede decidir libremente en Cataluña. El resultado de un referéndum estaría sometido a circunstancias coyunturales y oportunistas que no casan con sus consecuencias.

Lo entendería si fuese un sentir mayoritario en el que el que la totalidad de la sociedad lo demandase, si en España no hubiese democracia, si por diferencias culturales ambas comunidades fuesen incompatibles, pero ese no es el caso de Cataluña en España. ¿Y el resto de los españoles, no tendríamos algo que decir en algo que afecta a nuestro país? Por otro lado, cuando se aprobó la reforma del estatuto catalán en 2006, votó menos de la mitad del censo, de estos, un 5,34% en blanco, un 24.76% en contra y un “abrumador” 73,90% a favor, es decir, la reforma salió adelante con el apoyo de menos del 30% de los catalanes con derecho a voto. ¿Representa ese 30% al total?

Para terminar quiero analizar la perversión del lenguaje independentista con la balanza fiscal y el “España no roba”. Es obvio que cuando una sociedad se organiza, el campo está donde está, se ubica la industria, la mano de obra se desplaza… Tarragona no va a producir igual que Barcelona, ni Córdoba que Cáceres… Su planteamiento de “yo lo gano, yo me lo quedo”, aparte de ser una tomadura de pelo impone la desigualdad social de siglos pasados y nos debilita a todos. Este referéndum es una trampa, que de hacerse al margen de la ley lo convierte en un golpe de estado, y a mal revuelto ganancia de pescadores, de aquí, de allí, y de más lejos ¿Me explico?


No hay comentarios :

Publicar un comentario