Las amas de casa y su enorme trabajo

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Se dice. Se comenta de que hay un trabajo que no está remunerado económicamente pero que es el trabajo más grande del mundo. Es el de ser AMA DE CASA. Nos costará toda una vida pagar lo que tantas y tantas amas de casa hicieron por sus familias, por sus seres queridos, por sus casa, por la felicidad, por el amor, por los estudios de sus hijos, por la economía de su casa.

Mujeres que dejaron su vida por los demás. Mujeres que abandonaron sus sueños por cuidar de los suyos. Mujeres que dieron ánimos cuando había tristeza. Mujeres que cuidaron de los suyos cuando estuvieron enfermos. Mujeres que miraron por todos menos por ellas. No hay palabras para reconocer su bondad, su generosidad, fuerza, valentía. Todas nos dieron sus caricias, besos, abrazos y sobre todo nos dieron su vida. Ha sido su manera de vivir por un pedazo de sueño que es el de estar con los suyos.

A las amas de casa le tenemos que agradecer nuestra salud. Nada de comidas preparadas. Nada de prisas. Nada que se echara en falta con ellas en casa. Eso no tiene valor. Eso no está pagado con nada. Entre lavadoras, armarios ordenados, casas limpias, ollas de comida y por supuesto ilusiones de la casa (están ellas). Son las heroínas de un mundo que va a otro ritmo. Son las heroínas de un mundo que ya no sabe de sentimientos. Son las heroínas de un mundo al que se le fue la inocencia que nos hacía grandes. Son las heroínas de un mundo artificial, de plástico. Ellas eran verdaderas. Verdaderas heroínas de su casa, de nuestras casas, de tu casa. Eran las autoras de comidas saludables, autoras de una organización exhaustiva, autoras del buen funcionamiento de la casa. Cierto es que fueron esclavas de su trabajo y de su casa en momentos.

Simplemente nos costará pagar con intereses durante toda una vida el trabajo que ellas hicieron y que no estuvo remunerado económicamente, pero sí de otra manera porque al fin y al cabo disfrutaron de los suyos, estuvieron con ellos en el roce del cariño.


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