Los salvados y los hundidos


ANTONIO MOYANO


Asistimos estos días a la puesta de largo del odio a España en Cataluña. Una criatura, el odio, que se ha hecho mayor al amparo de una élite supremacista y corrupta.

No sé si es mayoritario ese sentimiento, solo sé que su intensidad es obra de una “ingeniería social” planificada y no de agravios perpetrados contra ella.

Me viene a la memoria la obra de Primo Levi, superviviente de un campo de concentración nazi, “Los Salvados y los Hundidos”. En ella analiza, desde su experiencia, el universo del campo y lo relaciona con experiencias análogas en los Gulag Soviéticos.

Hay un paralelismo, salvando las obvias distancias de orden físico, con la atmósfera psicologica de opresión y resistencia vivida en la Cataluña separatista.

Ante la opresión del nacionalismo, una mayoría ha claudicado ( Los Hundidos). Solo una minoría se dio a la resistencia intelectual. Esa minoría tuvo claro que con la palabra, con la valentía para denunciar esa opresion, se estará en condiciones de crear y fortalecer la conciencia crítica (Los Salvados).

Manuel Peinado Fernández pertenece a estos últimos. Hoy ejerce su profesión de docente entre nosotros, en el IES Los Pedroches. Una profesión que moldea futuros hombres y mujeres para la sociedad; y que en Cataluña, una parte importante de esa profesion se ha pasado con armas y bagages al nacionalismo del odio a España (Los Colaboradores). Adoctrinaron niños, manipularon la historia, privaron de lengua materna y pusieron anteojeras a una generación, cuando el conocimiento y el saber es abrir el espíritu al mundo.

Pero Manuel Peinado optó por la denuncia y la pequeña heroicidad de decirlo en público. He aquí su carta publicada en el “Diari Sabadell”, hace ya la friolera de diez años cuando aún se encontraba en “tierra hostil”.

Gracias Don Manuel por poner voz cuando todos callaban.


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