La Virgen de Luna, los astronautas, la estampita y el satélite lunar

ANTONIO MANUEL CABALLERO
POZOBLANCO 


Con motivo de la aparición de diversos artículos sobre la Virgen de Luna y los primeros astronautas que llegaron a la Luna, la Cofradía de la Virgen de Luna ha manifestado su agradecimiento a Herminio Rodríguez Pozo “todo lo que ha hecho para difundir la vinculación entre la cofradía y la difusión de la noticia de la llegada de los astronautas a la Luna”.

La Cofradía añade que, con motivo del 50 aniversario de esta gesta, se siente orgullosa “de contar en su archivo con la carta de agradecimiento de los astronautas americanos y otras enviadas por nosotros”.

Igualmente, agradece a todos los medios de comunicación que se han hecho eco de este hecho y concluye que “estarían muy gustosos de que Pedro Duque viniera a Pozoblanco y compartiera con nosotros una jornada de vivencia junto a la Virgen de Luna”.

Todo parte de un artículo publicado en el diario El Mundo el domingo 14 de octubre en el que Laura Garófano lo ha difundido a nivel nacional a partir de la labor de Herminio Rodríguez Pozo, un profesor de sexto de Primaria del colegio Nuestra Señora del Carmen, el único de Torre de la Reina, pedanía de Guillena (Sevilla). El está casado con una pozoalbense y rescató la historia del interés que mostró la Cofradía en 1969 por contactar con los astronautas que viajaron a la luna para hacerles llegar una estampa o foto de la Virgen de Luna. 

Carta original con las firmas manuscritas de los astronautas.


Herminio están tan interesado en el espacio que ha logrado que su colegio haya sido incluido en el Programa Ariss de la Estación Espacial Internacional, que permitirá que sus alumnos contacten con los astronautas de la estación espacial a partir de la Asociación de Radioaficionados de Sevilla. Eso ocurrirá en el primer semestre de 2019.

El entonces secretario de la Cofradía, Felipe Sánchez, oyó que el hombre iba a llegar a la Luna en el parte radiofónico. Lo que todavía se veía como imposible -y en el pueblo suscitaba a santiguarse inmediatamente- a él le inspiró: ¿por qué no unir ciencia y creencia? Sin consultárselo a nadie, “pensando que no había nada perdido, porque no tenía nada”, dice su hijo, Rafael Sánchez Luna, escribió a la NASA y envió tres cartas, una para cada astronauta, meses antes del lanzamiento. En cada una de ellas iba una estampita de la Virgen de Luna. No recibió respuesta.

A finales de septiembre de 1969 llegó a Pozoblanco una carta. El cartero la entregó en la sede de la cofradía, en el número 2 de la calle Vizcaíno. No iba en papel de avión, el habitual entonces cuando venían de lejos. Era algo más gruesa, coronada un membrete imponente. Iba dirigida a Felipe, «Secretary of Brotherhood of Lady ‘Virgen de Luna’, Patroness of Pozoblanco, Córdoba, Spain». ¿El remitente? La National Aeronautics and Space Administration, en el 77058 de Houston, Texas. Sí, la mismísima NASA.

«Estimado señor secretario: muchas gracias por su cálida y considerada carta. Apreciamos mucho sus esfuerzos en nuestro nombre y le deseamos todo el éxito en su dedicada actividad. Nos sentimos honrados por su atención»... La carta, en inglés, iba rubricada por Armstrong, Aldrin y Collins. Venía acompañada de la fotografía oficial, también firmada, y de una imagen del logotipo de la NASA, también rubricado por el trío. Felipe se encargaría de traducirla y escribirla a máquina, para orgullo de Pozoblanco. Una copia de la imagen y de la carta están hoy expuestas en el santuario. Los originales están buen recaudo.

Gracias a Laura Garófano esta bonita historia puede llegar al entorno del hoy ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, que fue astronauta antes que ministro y que, según la periodista, podría plantearse incluso visitar Pozoblanco. 


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