Una historia maravillosa

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Nuestra Virgen de Luna no solo viaja por (Pozoblanco, el Santuario de la Jara y Villanueva de Córdoba) sino que en otro tiempo viajó a la Luna. Todo sucedió en Pozoblanco en los años 60. Por entonces, la gente se pasaba el día trabajando de sol a sol porque las faenas así lo exigían. Los comercios estaban concentrados en el centro del pueblo. En uno de esos comercios, el de la Droguería Moreno, surgió la idea de que la Virgen de Luna estuviera en ese viaje apasionante que conmocionó al mundo, el viaje a la Luna. 



La idea la tuvo Felipe Sánchez Urbano, quien trabajaba allí como dependiente en aquellos tiempos. Ya era secretario de la Cofradía cuando en un parte radiofónico escuchó “que el hombre iba a llegar a la Luna”. A Felipe se le ocurrió escribir una carta a cada astronauta. Y en ella le metió una estampita de la Virgen de Luna. Una osadía que se ha convertido en una historia maravillosa. No sería el único envío que haría. Él siguió con su sueño. Mandó más cartas. Una de ellas llegó hasta un embajador. Hasta que a finales de septiembre de 1969 llegó a Pozoblanco una carta. ¡Qué ilusión le tuvo que hacer al secretario de la Cofradía! La mandaba la NASA: National Aeronautics and Space Administration, en el 77058 de Houston (Texas). Llegó a la calle Vizcaíno. En ella también estaba la foto de los dos astronautas firmando y agradeciendo los esfuerzos de la Cofradía.

No se consiguió tener la presencia de ningún astronauta, embajador o personal de la NASA en el Santuario de la Jara, a pesar de los muchos intentos de Felipe, quien falleció con ese sueño por realizar. Han pasado más de 20 años del fallecimiento de Felipe y ahora esa historia vuelve a tomar vida. Parece ser que no es una leyenda que la estampita de la Virgen de Luna viajó a la luna. Posiblemente para que ayudara en ese viaje a los componentes de la expedición.

La historia continúa pues ahora la Cofradía ha invitado al ministro y astronauta Pedro Duque. Vendrá. Será otro capítulo más de esta historia que ha salido en El Diario El Mundo. Las historias pequeñas pueden ser muy grandes. Y las historias grandes se hacen de cosas pequeñas. Una historia que salió de Pozoblanco, de un soñador y amante de la Virgen de Luna, Felipe Sánchez Urbano. Él viajó hace tiempo al cielo como posiblemente viajara aquella estampita de nuestra querida Virgen de Luna. Una estrella espacial (la patrona de Pozoblanco y Villanueva) que nos alumbra por los caminos de la Jara (que al fin y al cabo son los de la vida). 


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