¿Dónde estabas tú en la ‘gran nevada’ de hace nueve años?

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viernes, 11 de enero de 2019 | 9:05 0

¿Dónde estabas tú en la ‘gran nevada’ de hace nueve años?

EMILIO GÓMEZ
LOS PEDROCHES 

Ayer se cumplieron nueve años de la ‘gran nevada’ en Los Pedroches. No es frecuente encontrar un paisaje nevado en nuestra zona (a pesar de que los inviernos son fríos). La nieve nos dejó postales preciosas. Además los niños pudieron disfrutar de ella, pues nevó en fin de semana cuando los copos de nieve fueron poblando aceras, calles, jardines y bancos. Todo empezó a las tres de la tarde. Después de comer. A media tarde la nieve ya había cubierto los tejados y tenía las carretera y las calles tintadas de color blanco.

A mí me pilló, ese día, hace nueve años, en el estadio del Arcángel en Córdoba cuando iba a narrar para el nacional de PUNTO RADIO el Córdoba-Rayo Vallecano, que fue suspendido por la nieve. Al coger el coche para Pozoblanco, la nieve me impidió circular teniéndome que quedar en Córdoba. 

Nevada del 10 de enero de 2010, 17:30 h./ SÁNCHEZ RUIZ

Y es que por mucho frío que haga, la nieve tiene su encanto. Aquel 10 de enero del 2010 todo aparecía sepultado con una capa blanca y fría. Todo helado. El sol se había olvidado de apretar. Todo parecía sacado del inicio de un cuento: “Érase una vez”. Como si estuviéremos en Austria. No duraría mucho la nieve en los pueblos aunque permaneció esa nieve sombría entre los árboles en el campo que quedó entre ese manto blanco.

Posteriormente ha nevado pero no con la fuerza que lo hizo ese día. Habría que remontarse también muchos años antes para encontrar una nevada igual. Un año nevó en la Virgen de Luna. Pero lo de hace 9 años fue una nevada espectacular. También una que se produjo en 1980. La recuerdo siendo un niño. Estaba en el campo. Empezaron a caer los primeros copos. Todo muy suave pero emocionante. Y todo se fue poblando de color blanco. Como si fuera algodón. La nieve es muy infantil. Los muñecos de nieve, el mirar por la ventana y el intentar atrapar los copos que caen del cielo. No obstante, provoca atascos, cortes de agua, pérdida de la jornada laboral y mucho frío. En fin que esa belleza exterior que ofrece no se corresponde con la belleza interior.