La España vacía. La España Rural

EMILIO GÓMEZ
(Presidente-Director)

Me gusta el silencio y el campo. Y ver el cielo nublado. Me gusta decir que la gente del campo ha ayudado a que nuestros pueblos sigan con vida. Sé que ellos se han roto las manos en jornadas interminables de sol. Me gusta ver a los animales en su hábitat natural. Corretear por los campos de lado a lado. Me gusta ver las flores en el campo, el verde, los árboles, los pájaros libres. Me gusta donde vivo porque hay vida. Y no es artificial como la ciudad . Allí en esa gran urbe es como si estuvieras dentro de una tarta. Todo merengue. Todo color de crema. Y poco por dentro. Solo la belleza de los edificios gigantes.

Los pueblos rurales se están despoblando. ¿Y saben por qué? Porque estamos dejando los campos vacíos. Alguien les ha dicho a nuestros hijos que hemos sido pueblos de campesinos. Hace unos días hubo una manifestación por la España Rural. ¿Alguno de esos políticos-sean del partido que sean- han trabajado en el campo? Los pueblos rurales no se salvan desde el despacho. Hay que ir a pie de campo. El mundo grande, el de la ciudad, está lleno de ruido, de egos, de peleas callejeras, de líos políticos. 



A mí me gusta la tranquilidad del campo y me gustaría que se mirara más en las explotaciones ganaderas y agrícolas, en el campo. Porque ahí sigue estando nuestros futuro. De ahí podrá salir nuestra gastronomía, turismo y lo que venga después. La materia prima está en nuestra tierra, con nuestros animales. Lejos de políticas restrictivas de inventos de contaminación animal o de animalismo radical. Nuestros pueblos se salvan desde el campo. Qué nadie se olvide que este ha sido nuestro modo de vida durante siglos y que en pocos años nos lo estamos cargando. Y nos estamos cargando nuestra historia. Gente que siendo niños comenzaron a trabajar con sus padres en el campo. Trabajando de sol a sol y sin descansar. Pronto será tarde para agradecérselo. Cuando todos se hayan ido de los campos. Debajo del agua de un río se oculta nuestra historia. y se escuchan las voces de los que trabajaron allí. Desde el más allá están viendo como nos estamos cargando sus obras.

Muchos niños de hoy se irán cuando alcancen la mayoría de edad porque ni siquiera le enseñamos lo nuestro. Crecieron en nuestros pueblos cuando ya éstos estaban convertidos en ciudades. Olvidando que estamos rodeados de encinas, olivos, huertos y muchos animales. Eso es maravilloso. Sin embargo, el campo sigue estando mal visto en el pueblo. Olvidamos que somos pueblos rurales. Cuando vienen a hablar de nuestra actividad solo sacan reportajes graciosos de domingo sin caer en la cuenta de que la riqueza que hemos creado, ha sido la causante de que los pueblos salgan adelante. Hace mucho que nuestra sociedad vive de espaldas a la ganadería, que parece que no le importa demasiado que desaparezcan pastores, vaqueros, hortelanos. Llevamos demasiado tiempo viviendo a la intemperie.

Tanto mirar a temas de ciudad que si la independencia de Cataluña y tan poco del campo, ese que nos sigue alimentando. Tanto mirar los espectáculos que van de ciudad en ciudad y olvidándonos que tenemos que trabajar nuestro campo. Hemos llenado el país de juglares, de políticos de despacho. La gente está cansada de trabajar para ellos. Por eso la gente acudió a esa manifestación de Madrid. El campo es la mejor vía para salvar nuestros pueblos. 


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