Trigésimo aniversario

DIEGO GÓMEZ PALACIOS


Magnífica la revista del 25/26 aniversario del CAMF sobre todo por la presencia, porte e imágenes de la misma; pero en ella, pueden comprobar, ocurre como en las casas de locos, no están todos los que son ni son todos los que están; reléanla: Varios artículos buenísimos, p.e. el de Ben Alí y el de Juanma. Casi todos los demás mucha paja y “copiar y pegar” pero poco trigo para unas efemérides. Con mi mayor respeto para sus autores pero no tan mayor  para la comisión de selección. Faltan algunos locos que no están, entre ellos el que suscribe. No es razonable que al primer director del CAMF que lo echó a andar en tiempo record no se le conceda un folio en la revista.

Después de varios recortes que me solicitó una persona de la comisión por falta de espacio, no se me incluyó en tan hermosa revista. Se dice que antes de contestar con exabruptos te lo pienses diez segundos. Yo me lo he pensado miles de horas y me quejo sin exabruptos. Digo que la  verdadera apertura de un centro como este, con o sin inauguración oficial, fue el 11/6/1986 fecha en la echamos a andar con el primer residente. Quiero y espero que los lectores de LA COMARCA  conozcan mi colaboración “non nata” a la susodicha revista. La transcribo. 
Ahí va: 

APERTURA DEL CAMF (o la fe mueve montañas)

Llegué a Pozoblanco el 12 de mayo/86 con la “misión imposible” de que habrían de inaugurarlo Dª Sofía y el Sr. Chaves, con residentes, el día 16 de junio, ya que pesaba en el ambiente popular y político el hecho de que en septiembre del 84, murió trágicamente el famoso torero Paquirri, cuando el hospital comarcal, estando casi tres años terminado, aún no funcionaba. Existía una corriente de opinión en el sentido de que si ese hospital hubiese estado en servicio podría haberse evitado la muerte del torero. Dispongo de un diario en plan telegráfico con 88 páginas desde el 12/5 al 1/7, fecha en la que ya llevábamos más de 15 días funcionando, aunque a trancas y barrancas. Tal diario daría para un relato, tan extenso y tragicómico, como El Quijote; imposible resumirlo en un folio. 
A mi llegada ya estaban incorporados unos treinta trabajadores, entre ellos todo el equipo de dirección, excepto el administrador, a quienes rindo tributo de agradecimiento y admiración por su competencia, colaboración, esfuerzo, aguante…Y sobre todo, por la fe que pusieron para conseguir nuestro objetivo. Varios de ellos,  hoy día, son o han sido directores de otros centros del actual IMSERSO

Disponiendo del Pliego de Condiciones de la obra y del Acta de Recepción provisional de la misma, comprobamos que había cantidad de incumplimientos del 1º y conformidades inciertas en el acta: Solo se disponía de teléfono y de agua y luz de obra. Nada de puestas a punto, fallando todo, ascensores parados, lavadoras que saltaban de sus anclajes, etc. Prácticamente ningún documento, proyecto ni solicitud en organismos ni monopolios. En vista de ello viajé de inmediato a Madrid, me colé casi por la cara en el despacho del Interventor Central, le expliqué la situación comprometiéndome a resolverla en un mes si me  guardaba las espaldas ante la constructora; me dijo: Adelante, actúa como creas oportuno, no tenemos nadie, nada que temer. Yo te guardo las espaldas. Con las mismas, al día siguiente en Córdoba, en compañía del Director Provincial de Trabajo, le hicimos idéntico planteamiento al Gobernador Civil respecto a organismos competentes y monopolios, logrando igualmente su incondicional apoyo a “nuestra causa”. También contamos con el alcalde de Pozoblanco, D. Blas Garrido que colaboró y apoyó ante proveedores locales. 

A partir de ahí, una odisea…, una historia interminable; pero nos permitimos el “lujo” de amenazar a la constructora por incumplimiento de contrato y saltarnos a la torera (en honor a Paquirri) muchas normas de procedimiento en organismos obteniendo órdenes de suministro y puesta en servicio  provisionales para todas las instalaciones por parte de la Delegación de Industria. Solo se resistió de forma numantina, para el suministro de propano, un individuo con cierto poder empleado de Butano SA (omito su apodo del que se jactaba), a quien conseguimos burlar gracias a la colaboración activa del adjudicatario de la cafetería, actual telefonista, y pasiva, pero no menos importante, del distribuidor local del gas Ginés… Y echamos a andar el día 11/6 con los primeros residentes y todo funcionando, bajo mínimos, pero funcionando.

En Madrid y en Córdoba, dentro del Ministerio lo llamaron “el milagro” de Pozoblanco, pero sabrán que no lo fue, leyendo lo antedicho y sobre todo, si leyeran las 88 páginas de mi diario. Aunque casi lo fue. Muchas gracias a todos los “culpables”. 

Dic./2015. 

Diego. 


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