Pedrique, el cortijo de las tres mentiras

ARTURO LUNA BRICEÑO



El antiguo monasterio de Pedrique es donde se encuentra la exposición permanente del artista Aurelio Teno. /SÁNCHEZ RUIZ

No sabemos el dinero que habrá invertido el Ayuntamiento de Pozoblanco en Pedrique, pero debe de estar en bastante más de un millón de euros. Cuando el Ayuntamiento que presidía Baldomero García liquidó la Fundación de Pedrique, se aportaban del erario público 30 millones de pesetas anuales a dicha fundación. El motivo que el Ayuntamiento expuso, para adquirir este cortijo de olivar, fue que se trataba de la Huerta del Gallo. La finca que Juan Ginés de Sepúlveda se compró cerca de Córdoba.


Veredas en la ladera que  da a Córdoba bajando por la carreta vieja del Cerro Muriano. La Huerta del Gallo está detrás de Villa Enriqueta en las curvas de la herradura.

Primera mentira: Pedrique no es la Huerta del Gallo.

Juan Ginés en carta a su amigo el Inquisidor Juan de Oliva describe la Huerta del Gallo así: “Mi finca está situada en uno de los repliegues de la Sierra Morena, en la vertiente que da a Córdoba; se llama “Huerta del Gallo” y se trata de un auténtico rincón diminuto que pasa por completo inadvertido para el resto de la humanidad”.

Y en la escritura de la venta de la Huerta del Gallo, fechada el 12 de julio de 1550 que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Córdoba reseñada con Of. 1º, protocolo 26, folios 805 al 808. Y dice así: “Escritura de la Huerta del Gallo”: Vendida la güerta del Gallo.


Primer folio de la escritura de la Venta de la Huerta del Gallo con las firmas de los vendedores y el comprador.


“Sepan cuantos esta carta vieren como yo Luis Páez de Cañaveral y Juana de Aranda, mujer legitima de dicho Luis Páez de Cañaveral y Leonor de Armenta y Elvira de Aranda, todas tres hermanas hijas de Cristóbal de Aranda y de Leonor de Armenta que fue su legitima mujer, ... nos los susodichos conocemos y otorgamos a vos el muy reverendo señor doctor Juan Ginés de Sepúlveda, Coronista de su majestad que sois ausente y al muy reverendo señor Don Pedro de Sepúlveda racionero de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y en y vuestro nombre he habiente y vuestro favor esta carta de vendida y los otorgamientos en ella contenidos de presente y decimos que es así”.


Uno de los documentos más antiguos que se conservan hechos en Pozoblanco. Es la fundación del Mayorazgo de Juan Ginés de Sepúlveda que hizo el escribano Publico de Pozoblanco Blas Fernández Romero en la casa de Juan Ginés de Sepúlveda que estaba en la Plaza de la Constitución y hacía esquina a la Calle Ayuntamiento. Su fecha 21 de marzo de 1.564- En Quinto lugar de los cortijos y tierras se inscribe la Huerta del Gallo.


Y en el Libro 5º de Haciendas de Seglares del Catastro de Ensenada de Córdoba hecho en 1754. Declara Bartolomé de Sepúlveda como poseedor del Mayorazgo fundado por Juan Ginés de Sepúlveda en 1564 (Referencia 332.- Folio 165; Archivo Histórico Provincial), y se lee:

“Bartolomé de Sepúlveda vecino de la Villa de Pozoblanco tiene: Una pieza de tierra de secano nombrada la Huerta del Gallo, en la sierra de esta ciudad en el Pago del Campo Bajo distante de la población dos leguas y media. Consiste en cincuenta fanegas, una plantada de olivar, sin orden, dos de encinas, una poblada de avellanar y media fanega plantada de morera.
Todo tiene la calidad de sus respectivas especies y las cuarenta y cuatro fanegas restantes inútiles por naturaleza. Confronta a levante con Lucas de Armenta; a poniente con Don Rodrigo de Hoces, vecino de Madrid; al norte con el Camino Real que viene de las Ventas de Alcolea a buscar el pie de esta ciudad y va a la provincia de Extremadura y al sur con Don Juan de las Doblas...”



Declaración de Pedrique en el Libro de Haciendas de Familias de Eclesiásticos de Obejo.


Formaba parte de la Finca Armenta, y a ella volvió cuando los herederos de Sepúlveda en el siglo XX, se la vendieron de nuevo a la familia Armenta.

Segunda mentira: Pedrique no fue nunca un monasterio, ni siquiera un convento.

Era un cortijo de olivar y viñas que le fue donado a la Congregación (de legos) de los Ermitaños de Córdoba como Obra Pía para que se dijeran misas: Y así aparece declarado en 1754 en el término de Obejo. Folio 42 Vuelto del Tomo de Haciendas de Eclesiásticos del Catastro de la Ensenada de Obejo.- Rf.- 510. (Archivo Histórico Provincial)


Último folio con la firma de los presentes. Esta la firma de Juan Ginés de Sepúlveda  y la de su hermano Bartolomé, su hija Doña María de Sepúlveda no firmó porque no sabía ni leer ni escribir.


“La Congregación de Ermitaños de la Sierra de Córdoba tiene con el nombre de Obra Pía de misas fundada en dicha Ciudad por Francisco González de Lebrija, vecino de ella y para distribuir sus rentas en el cumplimiento de las que se celebran en los días festivos del todo del año y otras en su propia Iglesia título de Nuestra Señora de Belén, una casa de campo y molino de aceite en el sitio del Pedrique distante de la población legua y media, con cuarto bajo bodega de cabida de cien arrobas y la citada molina que consta de ella y de sus pertenencias. Está arrendada indistintamente con una pieza de tierra plantada de olivar y una posada de colmenas que se expresarán a Juan Baquero Barrios, vecino de dicha Villa de Obejo en setecientos cincuenta reales de vellón en cada un año y está rodeado de tierra de dicha Congregación...”

A la pregunta 38 del Interrogatorio General de Obejo sobre si existían monasterios o conventos en su término: dijeron que no.


Vista de Córdoba de mediados el Siglo XVI al fondo el Cerro Muriano y la flecha indica donde estaba La Huerta del Gallo.


3ª Mentira: Pedrique no es ni ha sido la Huerta del Gallo y Juan Ginés de Sepúlveda no escribió allí. Pedrique fue desamortizado en la “Desamortización de Mendizábal” que comenzó en 1.836, y fue adquirida por Don Fernando de Sepúlveda y Gallardo, que la pagaría a plazos, pero al morir, sus herederos asumieron la deuda, y así consta en una escritura que hizo unos de sus hijos: Bruno de Sepúlveda, que se encuentra en el Archivo de Protocolos de Pozoblanco.

“Escritura de Obligación y fianza por Don Bruno de Sepúlveda a favor de Don Antonio Félix Muñoz... En la Villa de Pozoblanco a veinte y cinco de Julio de mil ochocientos cuarenta y nueve. Ante mí el infrascrito Escribano público y de su número y testigos que se expresaran pareció Don Bruno de Sepúlveda de esta vecindad, soltero mayor de veinticinco años de que doy fe y dijo. Que después del fallecimiento de sus padres y hace ya más de seis años que por convenir a sus intereses pasó a vivir con su hermano político D. Antonio Félix Muñoz quien desde aquella fecha le ha estado suministrando los alimentos y pupilaje convenientes, ropas, calzado y vestido necesario y además le ha anticipado cuantas cantidades en metálico ha necesitado ya para cumplir y satisfacer a la Hacienda Nacional lo que le ha correspondido por cinco plazos de treinta y ocho mil reales cada uno que ha completado con los demás de sus hermanos condueños de la Hacienda de Pedrique, ya para el pago de Contribución de los años precedentes, y ya para los gastos de labor y la recolección del olivar que en el día según la liquidación que han practicado como lo han acostumbrado en Nochebuena y así fijar valor a la arrobas de aceite que tenía y rebajarla como se ha hecho del cargo de anticipos, y teniendo presente la que se firmó en Agosto de mil ochocientos cuarenta y seis en casa de Don Bernardo Gallardo a presencia de los hermanos del otorgante y de Don Juan Agripino Cabrera”.

En el año 2004 el BOJA publica los deslindes de la Cañada Real Soriana en el término municipal de Córdoba. Sobre la denominada Vereda de la Armenta la describen así: “Parte de la Cañada Real Soriana junto al túnel del ferrocarril de Belmez, en el Puerto del Tío Torres y continua paralela a la vía del ferrocarril, hasta llegar al paso nivel existente, para seguir por el Pozo de San Hipólito a la Huerta del Gallo y Mina de la Agustinita, donde empalma con la Vereda de las Pedrocheñas, ya en el término municipal de Obejo. Le corresponde una anchura legal de veinticinco varas, equivalente a veinte metros y nueve centímetros (20,89 mts) y tiene una longitud aproximada de unos dos kilómetros (2.000 metros)” (Madrid, 11 de Abril de 1960)


Este trabajo lo comencé en el 2006, cuando le entregué, al entonces Alcalde de Pozoblanco: Antonio Fernández, el Catastro de Ensenada de Pozoblanco para que lo publicaran. Él me habló de Pedrique, porque tenía dudas de que fuera la Huerta del Gallo y que si podía investigarlo. Y lo hice, pero lo que no conozco es el contrato que el Ayuntamiento de Pozoblanco firmó con Aurelio Teno. Si se adquirió Pedrique porque era la Huerta del Gallo, es hora de que se libere a los vecinos del pago por la compra de este cortijo de las tres mentiras, que solo ha servido para encarecer los impuestos y las tasas. Que si beneficia a alguien es al turismo de Córdoba o Villaharta que lo tienen al lado.


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