Relevo en la Alcaldía de Pozoblanco

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


El próximo 14 de junio, Santiago Cabello (P.P.), relevará en el cargo de alcalde a su socio de gobierno, Emiliano Pozuelo (Pozoblanco en +), tal como pactaron ambos partidos en el inicio de la legislatura.

Teniendo la experiencia nefasta de la anterior legislatura, también de coalición de gobernabilidad, donde una edil la hizo saltar por los aires, eran muchos los que de nuevo en esta ocasión no apostaban porque este nuevo pacto pudiera cumplirse en los cuatro años.

Por lo menos, yo tengo que dar el aprobado si todo termina como va, porque habrá cumplido el pacto de cogobierno, otra cosa es valorar los aciertos y errores de este equipo de gobierno.

En estos dos primeros años el alcalde Emiliano ha tenido que lidiar con las diferencias de criterios, no solo del Partido Popular, sino que ha tenido que bregar y tragar con alguno (o alguna) de su propio grupo, ya que uno de los puntos negativos que tiene esta forma de gobernar es que el concejal liberado llega a tener más fuerza y protagonismo que el propio alcalde, cosa que no existía en gobiernos monocolores con mayoría absoluta, donde el alcalde tenía un mando muy por encima de todos los compañeros de gobierno.

Hoy en día concejalías como cultura, deportes o festejos tienen mucha fuerza, por las partidas importantes de dinero que disponen, y éstas se gastan al 90% a criterio del concejal de turno, siendo la actuación del alcalde secundaria.

Santiago Cabello es un caso atípico de la nueva política, ya que es una persona que tiene un buen trabajo fijo en una empresa como Covap, además tiene una explotación ganadera familiar que tiene un gran valor patrimonial, y aún así ha entrado en política de forma profesional, porque está liberado. A este aspecto positivo de que no necesita la política como oficio al que agarrarse para vivir, se encuentra la otra cara de ser un novato y con tintes de bisoñez, donde en estos dos años de aprendizaje ha tenido que situarse en la realidad de lo que es gobernar y ser la máxima autoridad del mayor pueblo de la comarca.

Tendrá que centrarse más en fijar el tiro en los troncos y no en las ramas, y dentro del poco margen de maniobra que le queda, porque como digo la fuerza la tienen sus compañeros de gobierno, sacar inventiva y aciertos para en estos dos años dejar alguna puesta en marcha que lleve su sello de alcalde.

También con el relevo de la alcaldía comienza la cuenta atrás para las próximas elecciones, y cada uno tratará de jugar sus bazas individuales para volver a estar en el próximo equipo de gobierno. Aquí todo vale y en muchas ocasiones el mayor enemigo lo tienes en el mismo partido.

El tiempo de aprendizaje se le ha terminado a Santiago y ahora tiene que dar un paso al frente, y si es necesario un puñetazo en la mesa para dejar claro que, con aciertos y errores, él es el alcalde para los dos próximos años.

Para finalizar quiero felicitar a todos los partidos del consistorio pozoalbense, que han aprobado el nombramiento de la calle que llevará el nombre del cura D. Juan Caballero, porque con su firma no han hecho nada más que ratificar la propuesta de la mayoría de pozoalbenses de forma individual, además de todo tipo de colectivos, en una decisión absolutamente mayoritaria y clara en reconocimiento a un gran hombre, que predicó no sólo con la palabra sino también con el ejemplo, muriendo sin nada material porque lo que tuvo lo repartió y dio en vida.

Por ello, y con todo mis respetos, no entiendo la postura de I.U. no aprobando este nombramiento, aduciendo una patochada sin sentido, cuando, en la parte de luchar en favor de los más desfavorecidos, el cura D. Juan demostró ser más “comunista” que la mayoría que están en este partido, ya que éste sí repartió entre los más necesitados lo poco que él tenía. 


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