Crónica de un sueño

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO


El hall del Silo estaba a rebosar. Las sillas ocupadas, la gente de pie, arriba y donde podía. Se presentaba un sueño. A la gente cuando le hablas de sueños, piensa en los suyos propios. Pero en este caso era pensar en los sueños de los demás. Eran los sueños de gente que un día se encontró que la esclerosis llamaba a su puerta. Nadie espera que le puedan suceder cosas así. Pero ocurren y nunca estamos preparados para ello.

Por fortuna, hay días que están dedicados a los valientes que tienen que luchar a diario con la enfermedad. El jueves  fue uno de esos días. Los protagonistas eran ellos, los integrantes de una Asociación que pretende ser fuerte y para ello necesitan mucha alma. Están acostumbrados a tenerla, a no desfallecer pues el día a día les obliga a ello. La noche estaba vestida de ilusión. Todos y todas estaban acompañados de gente, de familia, de niños, de padres, de camisetas, de flores. Estaba la noche con cara de pregunta esperando respuestas. Nos lo dijeron todo los silencios. Los rompió Virginia, quien presentó el acto con la dulzura de los presentadores que llegan a la gente siendo tal como son. Era la primera vez que presentaba pero parecía que lo había estado haciendo siempre. Sin atronar y sin dudar, al natural.



En la mesa que presidía el acontecimiento estaba la foto de Conchi. Con ella nació todo. Se fue y lo hizo con el testimonio de saber luchar hasta el final, de saber transmitir hasta el final y de saber vivir hasta el final. El sueño continúa con ella. Será para siempre la presidenta de honor de esta asociación y su despacho lo tendrá en el corazón de los que la conocieron y amaron.

Se emocionó Don Antonio nada más nombrarla. Comentaba luego en privado que fueron tantos días compartiendo experiencias con ella que las lágrimas salieron sin más. Es duro ver a alguien derrumbarse en público como se derrumbó el sacerdote que choca las manos a los niños. Ese derrumbamiento en plena acción lo hizo todavía más humano de lo que es. En su debe está el no medir los tiempos de la palabra. A Don Antonio, se le perdona todo, igual que él perdona en el confesionario. Se le tiene que perdonar que se líe a decir palabras sin saber las que están repetidas y las que no. Pero al Rides se le quiere como se quiere a la buena gente. Es un niño con pantalones largos, quien a pesar de su edad sigue contagiando alegría.



Los discursos políticos fueron emotivos. Los políticos no solo están para apoyar económicamente los proyectos (que también). Están para ayudar siendo uno más. Por eso, es bueno que sus discursos fueran como los de anoche sin ideología y con esa chispa emocional que tuvieron las exposiciones de Juan Díaz y Santiago Cabello. Hablando de apoyo económico, hay causas que lo merecen. Esta lo es. Se ha llegado a un punto que muchos se han acostumbrado de depender en demasía de las subvenciones municipales. Ese no es el camino. Las subvenciones están para hacer un pueblo más vivo, dinámico y fuerte pero para llegar hasta donde se pueda llegar sin esos sueños de grandeza que se han marcado muchos. Los sueños son estos, los de ayudar a la gente que está en apuros y no los de tirar la casa por la ventana por ser los mejores.

Los testimonios de Elo, Mari Luna, Rosa, María José , Charo y alguno más fueron tan reales como la vida misma. No quieren estar solas en la lucha de esta enfermedad. Y no lo van a estar pues el cariño de los suyos lo tienen y también el de una nueva Asociación ‘SUEÑO COMPARTIDO’ que ha nacido con la fuerza del que lucha, del que pelea y acompaña a los suyos en los momentos más complicados. En sus testimonios dejaron claro que su vida la controlaran ellos y no la enfermedad. La batalla la quieren ganar y apoyo van a tener para la victoria más grande, la de vivir felices a pesar de los obstáculos que pone la vida.

El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, tendió la mano a la asociación que nace. Lo hizo indicando que él los acompañará en el sueño que anoche se presentaba. Estuvieron alcaldes de la comarca, el presidente de la Mancomunidad y numerosos concejales del ayuntamiento de Pozoblanco.



Y lo que estuvo presente es el cariño de la gente. Alguien dijo “que Los Pedroches es una comarca solidaria”. Lo es. Qué grande sería la comarca si todos nos uniéramos con sueños como estos, que merecen la pena y son por causas más que justificadas. Este sueño nació para unir. Se deben inventar sueños para hacer felices a las personas que lo necesitan. Se deben olvidar en muchas situaciones los colores políticos, y sí los hay que sacar, que nunca estén por encima de la felicidad de las personas. Lo que pasa es que estamos demasiado atrapados por cosas que no son importantes. Solo descubrimos la importancia de las cosas cuando a la puerta llama la tristeza, la enfermedad o la desgracia. No somos nada si no estamos juntos. Por eso el inicio de esta asociación ha sido tan fuerte. Nace desde la unión, desde el grupo y desde la ilusión. Y nace para estar con los verdaderos héroes de esta sociedad, esos luchadores que cada día se retan ante la adversidad de una dura enfermedad. Ánimo. Anoche se demostró que no estáis solos. Los miedos, la soledad y las penas no tienen sitio en esta lucha.

En el Silo vimos anoche un arsenal de sueños, a gente que hablaba al oído, se sentía el bullicio de amigos, de historias sencillas, de cosas queridas. Vimos a un Don Antonio confuso en su exposición, a veces un grito y a veces …un silencio. A veces un parón y otras un no parar. Un reza que reza pero un Rides grande, grande que, como siempre, habló con el corazón. Vimos a un Santiago Cabello nostálgico y comprometido, a un Juan Díaz emocionado recordando a Conchi en el taller que construyó la Plaza.



En fin una noche que caminó por historias verdaderas. Una noche que caminó por la rosa y la espina que se hizo cariño y flor en un hall donde nació el apoyó a una Asociación que comparte sueños. El sueño es el más hermoso; vivir y ayudar a vivir. ¿Acaso hay otro más grande? Es la primera vez que se presenta un sueño con apellido, compartido.

Lo que me duele es que esta sociedad gaste tanto en tonterías dejándose lo más importante, a su gente. Si gastáramos mucho más en investigación y de manera limpia, ganaríamos tiempo y calidad en nuestras vidas. Habría más abrazos y más besos pues viviríamos mucho más y mejor. Para qué queremos gastar los recursos en el mercado de la avaricia. Eso no produce nada más que odio, envidia y codicia. COMPARTAMOS SUEÑO.

No es un sueño ser el mejor. No es un sueño ser el más rico. No es un sueño ser el más fuerte. No es un sueño ser el más poderoso. No es un sueño tener muchas propiedades. De ese sueño material se despierta uno antes o después.El verdadero sueño es poder caminar, vivir y respirar como decía Loli.
Sueños compartidos.


Luchemos para que la gente que tenga esta enfermedad, tenga esperanza, ilusión, ganas, vida….Acaso hay algo más bonito, Este sueño consiste en compartir experiencias, sentimientos, emociones, compañía, aprendizaje, vivencias, recuerdos, días, momentos, risas. Y ayudar…para eso estamos en la vida y para eso nace esta asociación.



FOTOS: IRENE BRAVO

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