El mundo donde sólo existe el ‘yo’

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Decía Celestin Freinet “No podéis preparar a vuestros alumnos para que construyan mañana el mundo de sus sueños, si vosotros ya no creéis en esos sueños; no podéis prepararlos para la vida, si no creéis en esa vida; no podríais mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y desalentados en la encrucijada de los caminos.”

Hemos dejado de creer porque no confiamos en nadie y en nada. La gente ha dejado de fiarse del que tiene al lado. Hablan los políticos en la tele y saben que no dicen la verdad. No se ofrece a los demás porque los demás se aprovechan sin pudor. La gente está harta de tanta mentira, engaño, superficialidad y egoísmo. Pero no hace nada por remediarlo. No le interesa. Siguen el juego.

¿Qué ha pasado? Que hemos creado un mundo donde solo existe el ‘yo’. Se han perdido los valores. Nos importa un pimiento todo. Hemos abandonado la educación que es la base de la existencia. Un mundo sin educación es un mundo pobre por mucho dinero que se tenga. Y en esas estamos creyendo que todo es cuestión de dinero.

El ser humano está repleto de historias, es un amasijo de experiencias y recuerdos, de esencias y caminos pero nos instalamos en el mundo del bienestar ficticio. Rompimos con todo. Somos afortunados de vivir en una época donde hay un montón de oportunidades. Nuestros antepasados no las tuvieron. Casi todo el mundo tiene acceso a la cultura y la educación. Casi todo el mundo tiene acceso a la información de todo. Aun así somos más infelices porque nos hemos acostumbrado a vivir con mochilas muy pesadas cargadas de dinero, de cosas banales, de lujos innecesarios. No sabemos vivir con lo importante.

Estamos destrozando el medio ambiente, las costumbres y tradiciones, las amistades. Somos seres egoístas que no sabemos disfrutar ya del momento, del paisaje, de la familia, de lo que nos rodea. No sabemos soñar con las cosas que merecen la pena.


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