La Virgen de la Cueva está desatada

EMILIO GÓMEZ
(Periodista - Director)


Cuando éramos pequeños cantábamos aquello de “que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva”. Era un canto o un rezo para que el agua acabara con la sequía. Llevábamos tiempo en el que los rezos y los cánticos se habían multiplicado pero el agua no llegaba. La respuesta, que se hizo esperar, ha sido positiva. La Virgen de la Cueva está desatada. Nos trae agua casi todos los días. Hemos resucitado con estas lluvias. El campo ha cogido otro color, el aire se ha vuelto más limpio y los charcos han aparecido por los caminos. Hemos rescatado a la primavera. La dehesa está en el mejor momento del año. Justo cuando habíamos perdido la fe en nuestra Virgen de la Cueva que es también la Virgen de la Infancia y de las canciones populares. O al menos eso es para mí. 



Lluvia en abundancia. Un tesoro que nos han regalado desde el cielo. Nuestros campos lo necesitaban. Teníamos ganas de empaparnos por dentro y por fuera, pero nos faltaba el agua. Justo llegó cuando se estaba secando el campo, las encinas y la tierra que nos mantiene. Dicen que aún quedan horas de lluvia y de viento, de paraguas al salir de casa y de abrigo. No está mal después del clima tan extraño que hemos tenido en el otoño y en el invierno. Estábamos cansados de esas fotografías amarillas. Estábamos sedientos de agua. Para hoy sábado, más. Para mañana, también. Que siga lloviendo.

Estamos recogiendo el agua que después nos hará falta. Además lo está haciendo de forma constante y tranquila. Después de tantos días de claridad, la lluvia ha impuesto un cambio de ritmo.

Lo que podemos hacer cuando la lluvia cae es guarecernos y, desde allí contemplarla. Luego vendrá la calma y el paisaje se verá más nítido. Me gusta escuchar y ver la lluvia caer. No hay nada más placentero como escuchar la lluvia caer de noche y en la cama. Más difícil es trabajar con ella en la construcción o en el campo. Sea como sea, bendita sea esta agua que está cayendo. 


No hay comentarios :

Publicar un comentario