El mundo al revés: Profesores acosadores

SEBASTIÁN MURIEL


Desde mi perspectiva de docente, trato de capturar una palabra. Una palabra que retrate la situación. Una palabra que ayude a comprender lo que allí ocurrió, pero tengo la impresión de que esa dichosa palabra no existe. Está por inventar. ¿Cómo llamar al maltrato psicológico – basado en motivaciones políticas- ejercido deliberadamente por profesores sobre sus alumnos? Por <<bullying>> entendemos el maltrato físico y/o psicológico premeditado y continuado que recibe un niño por parte de sus compañeros. Hay un comportamiento cruel con el objetivo de someterlo y obtener así algún resultado favorable para los acosadores, como por ejemplo la exclusión social de la víctima o el desprestigio. Pero esto no fue lo que ocurrió. No fueron niños los agresores. Desgraciadamente, los opresores – disfrazados de víctimas – fueron sus propios profesores, todos mayores de edad y autorizados legalmente para enseñar y educar.

Las cargas policiales del 1- O ocurridas en Cataluña con motivo del pseudo – referéndum promovido por los independentistas, no justifican para nada el acoso y la humillación de unos profes nacionalistas catalanes sobre sus alumnos. Ser hijo de guardia civil no es ningún delito, pero humillar gratuitamente a menores de edad que están bajo tu tutela, seguramente sí. Espero que los jueces califiquen lo ocurrido en el I.E.S. El Palau de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) el día 2 de octubre, pero en la calle se manejan términos similares a violencia en las aulas, abuso de autoridad, maltrato a menores, humillación pública y gratuita, violación psicológica de un menor o posibles delitos contra los derechos fundamentales del niño.

En un 1º ESO una profe, mostrando una foto donde aparecía un grupo de guardias civiles dijo a su clase: “Parecen perros rabiosos”. En otro curso preguntó: ¿Quiénes son hijos de guardias civiles? ¿Qué puede hacer un alumno de 13 años cuando su profesora de Naturales le pregunta delante de todos, en su aula ¿ Estarás contento con lo que hizo tu padre ayer?. En un grupo de 4º ESO, un ofuscado profesor comentó que no estaba en condiciones de dar clase porque ayer la Policía y la Guardia Civil lo habían tratado a palos, porque son unos animales y unos bestias que sólo saben dar palos. Una hija de un guardia le respondió – indignada – que su padre no había apaleado a nadie. A eso de las 12 de la mañana los profes pidieron a los alumnos bajar al patio para condenar las cargas policiales y defender la independencia. En 3º ESO se hizo con esta frase: “El que esté a favor de la violencia policial que se quede en clase y los que no, que bajen al patio”. Tesitura maquiavélica que esconde la previa y perversa elección de quienes son los buenos.

Preparadas o no, intencionadas o no, esas situaciones indican una prepotencia y una soberbia fuera de lo común. Incluso se podrían apreciar matices de un odio dosificado e intentado inculcar, algo impropio de unos profesores que deberían de trabajar por lo contrario. Traspasaron todos los límites intentando hacer daño a unos alumnos, sus alumnos, a los que deberían proteger, cuidar y educar. Cometieron un sacrilegio pedagógico desarrollando una conducta inconveniente y grosera. Fueron un anti – ejemplo para sus alumnos con una inconmensurable falta de profesionalidad. ¡Una vergüenza descargar tu ira independentista contra niños que están bajo tu responsabilidad!

Dicen los textos que los acosadores son personas acomplejadas y agresivas, con problemas de inseguridad, baja autoestima, miedo al rechazo de los compañeros y con sentimiento de superioridad. Si a este perfil le añadimos “ser maestro” estamos ante la máxima negación de lo que debe ser un educador, un pedagogo, un instructor. No puede ser que ir a la escuela en Cataluña se convierta en un deporte de riesgo y de exclusión.

Entiendo que lo acontecido en ese IES es motivo de denuncia en el juzgado porque es incompatible con el respeto y la pluralidad que exige la escuela pública. La impunidad es el cáncer en un estado de derecho y esos energúmenos debieran ser juzgados. Ojalá pasaran por el despacho del juez Calatayud y con la ayuda de una sentencia pedagógica tomaran conciencia de su nefasta actuación. ¿Por qué no impartiendo conferencias anti – buying?

Claustro, Consejo Escolar y Dirección del centro no deberían quedar al margen de la investigación porque lo ocurrido fue realmente grave. Los únicos que “dieron la talla” fueron los propios compañeros de los acosados manifestándoles su apoyo y solidaridad a la puerta del centro. Todo un ejemplo para –en mi opinión- unos mitineros y manipuladores profesores que, bajo la pureza de un lazo amarillo, hicieron algo más que confundir churras con merinas, gimnasia con magnesia o culos con témporas: hicieron daño con premeditación y alevosía, y eso es grave. Ejercer de profesor no es compatible con acosar.

 


1 El pasado 2 de mayo se celebró el Día Internacional contra el acoso escolar.

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