Estamos volviendo a la edad de las cavernas

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Que la justicia va por un lado y la reivindicación social va por otro, es más que evidente. Mucha gente piensa que en este país la víctima está desprotegida. Y puede ser verdad.

Un delito tan cruel, tan detestable, tan repugnante y tan monstruoso como el de estos malhechores de la Manada, se queda en nueve años para cumplir meses de cárcel que acaban con 6.000 euros de fianza. Puede que se ajuste a Derecho, incluso algunos juristas aseguran que la sentencia del tribunal del pasado 26 de abril es jurídicamente correcta. Pero la amplia argumentación sobre los hechos probados recogidos en el veredicto no fue capaz de convencer a casi nadie. Esa es la verdad.

No es un tema de machismo o feminismo. Se están equivocando los que vayan por ahí. Para la gente que salió ayer a la calle, estos cinco ‘tipos’ no se han portado como personas, sino como una manada de animales. Pero, a veces, tenemos la sensación de que la justicia es una cosa y la ley y los jueces, otra. Por eso a la gente ya no le extraña de que en las calles haya una manada de corruptos, una manada de delincuentes y una manada de violadores. Pero, lo peor de todo, es que estos individuos son los protagonistas de nuestra sociedad. Se habla de ellos. Hasta muchos los defiende. También se defiende a Puigdemont escapado de la justicia de España. No se entiende.

Los principios del ser humano se están descomponiendo. Los pensamientos son cada vez más retorcidos. ¿Hacia dónde vamos? Pero la justicia no es solo una sentencia. La justicia ha desaparecido de nuestro día a día. ¿Por qué hay tantos traficantes, camellos y vendedores de droga destrozando a jóvenes y a sus correspondientes familias con el tema de la droga? ¿Por qué se consiente? ¿Por qué no se va a por ellos? ¿Por qué se justifica a terroristas?

Uno entra en internet y lee comentarios inexplicables defendiendo a delincuentes. Y nadie hace nada. Cuando los adelantos técnicos sirven para empequeñecer libertades y derechos humanos se retrocede socialmente. Y de una manera peligrosa. Estamos volviendo a la edad de las cavernas. Hay mucho descerebrado suelto aunque no olvidemos que la justicia la imparten los jueces y no los tribunales populares. Eso lo tenemos que tener presente aunque haya sentencias que no nos gusten.


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