Quero, entre la fantasía y el equilibrio

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO 


En la presentación como entrenador del Pozoblanco, Quero dijo que hay un Quero como jugador y otro como entrenador. Habló allí de equilibrio, de posicionamiento, de defender a todo campo. Esas cosas tan técnicas en la voz de un aventurero que se dedicó al ataque sin defensa, a atacar sin coraza y a buscar su duende en los rincones del campo por donde jugaba. Un pillo atrevido que enamoraba con sus jugadas canallas en el verde. Poesía sobre el campo. Fantasía. Espectáculo y arte. Eso que no se lleva ni se ve hoy y es la razón por la que la gente ha desaparecido de los estadios.

Es por eso que no me gusta el discurso táctico, ese de guerras de trincheras. El fútbol es más sencillo. Talento y duende. Y mucha motivación. No hay más.

Los poetas del fútbol no pueden ser administrativos del banquillo. Son versos sueltos. Supongo que Quero volverá a mirarse dentro y al final intentará convencer con arte. Pero nunca se sabe. Luego está lo del ascenso. Nadie se atreve a decir esa palabra. Error. Hay presupuesto e historia para subir de categoría. Lo demás que se quiera vender suena a hueco. El club solo tiene ese objetivo. Lo tenía el año pasado aunque no lo reconociera.

Quero dejó claro que quiere un segundo entrenador con él (dicen que es otro gran entrenador). Solo 20 en plantilla. No 25 como el año pasado. Y selección entre los jugadores que había el año anterior. Primero se prueba y luego se firma. Quiere compromiso.

En fin que el fútbol no es esa pasión desatada que era cuando Quero jugaba en el San Miguel con el Villanueva en 2ªB o en el Municipal con el Pozoblanco de Berges que jugó aquella fase de ascenso. El nivel ha bajado mucho. La expectación también. Estamos en División de Honor, que no es Tercera, donde llegan equipos sin completar la convocatoria, hay siete cambios y jugadores que en su gran mayoría no cobran. Es por lo que decimos que es importante volver a Tercera. Esta será la quinta temporada sin estar en categoría nacional. Lo sabe Quero. Tendrá que cambiar el ritmo, irse en velocidad e inventar algo para que el balón bote en esos campos que dejamos de visitar hace media década (cuando descendimos).

Esperemos que su barco se lance al abordaje y disfrutemos de su aventura. Los resultados y el arte van de la mano aunque algunos se pongan a hacer logaritmo neperiano y ecuaciones tácticas. El fútbol es más sencillo. Vuelvo a decirlo. Talento y duende. Y mucha motivación. El resto es mentira lo diga quien lo diga. 




Un jugador que tenía duende

Hay jugadores que tienen un misterio especial. Me refiero al de la personalidad, el de la sorpresa y el de la creatividad. Quero lo tenía. Era de esos futbolistas que te llenaban la vista y te sacaban la emoción por todos lados. No son muchos los jugadores que tienen esa fantasía. Tuvimos la suerte de tenerlo en el Pozoblanco. Y es que al final solo queda la esencia, ya sea la de Quero, la de Coco, la de Pablo Niño y la de alguno más. Es una suerte que hayan jugado estos artistas fantaseando con el balón en el Municipal.

Hay algunos que se llaman ellos mismos futbolistas que lo único que hacen es darle fuerte al balón y correr como fieras en el circo. Eso no es fútbol. Ni les llamaría tampoco futbolistas. Como diría Viera, todo equipo que trata bien el balón, trata bien al espectador. Por eso me descolocó Quero al decir que quiere unir la épica con la lírica. Si la épica tiene magia, bienvenida sea. Pero como diría Johan Cruyff “al fútbol siempre debe jugarse de manera atractiva, debes jugar de manera ofensiva, debe ser un espectáculo.” Con lo mucho que se está ofreciendo en televisión, uno no abandona la casa, la televisión y el sofá por ver un partido de pelotazos. Decimos que los grandes se están cargando el fútbol amateur aunque no caemos en la cuenta que también el futbol amateur se está matando solo. Confiamos en Quero. Dio buenas sensaciones en su presentación. 


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