Ponce y la Banda de Música que suena en Los Llanos

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO 


He visto las faenas de Ponce en Cultoro. Una y otra vez. También en otros videos de Facebook y en el video de un compañero que me ha pasado. Y creo que Enrique estuvo muy por encima de su enemigo. Engrandeció el Coso de Los Llanos. Su toreo estuvo repleto de arte, de temple, de armonía y saber estar. Y sin toro. Si lo llega a tener, revienta el tendido. Posiblemente sea el torero más literario, culto y cultivado. También el más musical. La Banda de Música y Ponce iban al mismo compás. O era al revés. ¡Qué armonía entre los dos! Al maestro de Chiva le inspiraba la música que escuchaba. Sonaba como los ángeles.

Muletazos llenos de belleza y emotividad entre acordes. La Banda de Música de Pozoblanco es excepcional y los toreros conectan con ella inmediatamente. Pero Ponce bailó a su compás. La vida es una sinfonía de muletazos. La creamos, la disfrutamos y la bailamos.

El ambiente del pasado sábado fue mágico. Enorme expectación. Una plaza preciosa, casi llena. Un cartel rematado. Y muchas ganas en los aficionados. Pero olvidamos los toros. No hubo. Perdimos una oportunidad inmensa. ¿Cuándo meteremos a tanta gente en la plaza? Si le hubiéramos dado toros. Pero no hubo. Toros sin chispa, sin raza, sin emoción, sin clase, sin gas. Los toreros cumplieron. Ponce, dando una lección sacando algo a algo que no lo tenía. Lo bordó al natural con muletazos largos por abajo dentro de una gran variedad. Exquisitez, sabiduría y un gusto extraordinario. Se formó un gran alboroto cuando no le concedieron la segunda oreja en el cuarto de la tarde. El motivo fue que la espada cayó un poco baja. No obstante, el trabajo de Ponce fue enorme. 

Ponce el pasado sábado en el Coso de Los Llanos. /SÁNCHEZ RUIZ


Nos duele que, de nuevo, Albarreal nos prive de una tarde que pudo ser histórica. Porque se daba todo para ello. La plaza, el público, el día maravilloso que tuvimos, el cartel, la ilusión, las ganas. ¡Con el tiempo y los intentos que llevamos para llenar la plaza!

También he visto varias veces en Cultoro las faenas de Mora y Roca Rey. El huracán peruano, quien metió gran parte del público en la plaza, le tocó el peor lote. No estuvo a gusto con los toros y falló con la espada. Se esperaba algo más de él aunque tampoco pudo hacer mucho más. Roca Rey se arrimó y le sacó lo poco que tenían sus enemigos. Los toros no tenían recorrido para un torero que es todo explosividad.

David Mora dejó buenas tandas con la derecha que llegaron al tendido. Voluntad ante la escasa calidad de sus enemigos con los que le tocó lidiar. Tiró de temple y oficio.

Finalmente nos quedamos con el fondo musical y artístico de Ponce. Lo de musical por nuestra Banda de Música. Y lo artístico por la maestría que mostró. Y es que el de Chiva ligó los muletazos con tanta maestría y profundidad ante la mirada feliz de cientos de afortunados que escucharon los sonidos más bello de un pasodoble y el sonido del alma del toreo. Puerta grande para Ponce y Mora.

Solo nos queda soñar con el romance de Curro Díaz con los de El Ventorrillo el sábado de feria. El Ventorillo nos ilusiona más que Albarreal. ¡Dónde va a parar! Pero eso lo sabíamos todos. 

Ponce el pasado sábado en el Coso de Los Llanos. /SÁNCHEZ RUIZ



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