El despertar de los pueblos sin ideología

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Me ha llamado la atención una entrevista al delantero Tévez esta semana. El argentino dice “podemos estar un día entero hablando de política y no nos vamos a poner de acuerdo, y mientras tanto hay gente pasándolo mal”. Eso es precisamente lo que está pasando en muchos pueblos de España, los cuales nos deberíamos de poner de acuerdo para reivindicar tantas cosas. Las ciudades se están comiendo al mundo rural.

Cada vez somos menos. Esto nos duele y mucho.Pongamos una muestra en Pozoblanco ¿Cuántos comercios se han perdido? Una barbaridad. Y bares. Otra igual. El otro día en una entrevista que le hicimos a Miguel Ruiz nos detallaba los bares que estaban cercanos al suyo (Bar La Marta). En cien metros han desaparecido la mayoría (La Ponderosa, El Acuario, Bar Kiko, El Vargas, El Ascua de Oro, La Capri, La Taberna de Pedro José. El Andalus, El Marcial, La JP, El Chico, El Céntimo, La del Diego El Niño y alguno más). Lo mismo pasa con las explotaciones ganaderas (las pequeñas desaparecieron).

Los representantes políticos de poblaciones pequeñas (menores de 20.000 habitantes) no pueden hacer política de partido como se hace en grandes ciudades. En los municipios grandes el alcalde es del Partido y en los pequeños el alcalde es del pueblo. Si somos pocos y somos sectarios ya me contarán.

Decía Tévez que “si ya sabemos que está mal, hagamos algo”. Hace tiempo que sabemos que nos estamos despoblando. Hace tiempo que sabemos que nos estamos quedando sin jóvenes. Hace tiempo que nuestros servicios van empeorando (hospitales con menos especialidades, residencias con plazas escasas, más dificultades para que te concedan la dependencia, más burocracia, menos trabajo). Dependiendo de quién sea la culpa, los representantes políticos hablan o actúan de una manera u otra. Eso es lamentable. A nosotros nos interesa lo nuestro. Los problemas nos vienen de arriba. Perdemos esos servicios que se quedan en grandes ciudades aunque los que vivimos en los pueblos pagamos los mismos impuestos.

Tenemos que luchar porque seamos felices en el pueblo en el que nacimos y crecimos, porque las cosas que tenemos en nuestros pueblos no desparezcan o se marchen (colegios, colegas, comercios, empresas). Esa es la clave. Tévez indicaba esto de la política: “no me interesa la política y además no sé absolutamente nada. En mi casa paterna no se hablaba de política y ahora en la mía, tampoco. Yo veía a mi viejo que se iba a trabajar a las 6 de la mañana y volvía a las 7 de la tarde. Trabajaba para tener un plato de comida” subrayaba el delantero de Boca. Los que salvan al mundo son los ciudadanos con su trabajo no los políticos. Trabajamos para los políticos quienes su función es servir al ciudadano. Para eso están puestos y no para servirse.

Decía el delantero argentino que “yo no soy de nadie”. Efectivamente. La mayoría no somos de nadie. No somos de este u otro partido. La gran parte de los que dicen ser de un partido u otro es para sacar beneficios por algo. Y eso tiene que acabar. Es penoso ver como la gente pierde el tiempo discutiendo de política. Gente que es incapaz de ver a los ciudadanos de a pie como personas normales que no son de nadie. El que se levanta a las seis de la mañana no es para hablar de política es para trabajar. Los pueblos no se salvarán con este partido u otro partido. Los pueblos se salvarán con las gentes que vivan en ellos. Por eso lo único que hay que demandar buenas políticas a los de arriba para que se queden aquí los nuestros. Eso no es una ideología. Es una necesidad sin color político.


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