En Alcaracejos ‘Sí es Navidad’


JUAN FRANCISCO PERALBO REDONDO


Se acerca la Pascua, ¿Pero cuál de ellas?: La de toda la vida; la de arraigo y tradición; la sentida y amada; la de nuestros antepasados y ancestros; la del se canta o se reza; la religiosa y litúrgica; la del reencuentro familiar; la conmovedora y tierna; la del villancico y la coral; la de los belenes y árboles navideños. O bien la moderna y desarraigada; la del perreo y el bullicio; la de los chistes por móvil; la del botellón y sus aliños; la despopular y separadora de generaciones; la de los petardos; la de millones de luces led; la de la modernidad y juventud a la que cada día más, nos queremos sumar e imitar los ya no tan adolescentes. Creo que la Iglesia también ha intervenido en este cambio idiosincrático, en cuanto al sentido de la Navidad pues ha masificado su poder de llamada. Al cual le han salido competidores, los comercios, la Tv, los intereses creados, los adquiridos, etc. por todo ello lo más importante, puro y sentido, se concentrará en ALCARACEJOS en estas “todavía entrañables celebraciones”.

 Y el que no acuda y vincule todo su tiempo a los comercios y los bares, se perderá el realmente sentido de la Navidad, ya que todo se puede compaginar, en los primeros con cautela y ahorro, en los otros con responsabilidad, y en Alcaracejos con fe y pasión. En esta localidad no habrá ánimo de lucro, ni rebajas, ni nada que nos rompa el bolsillo, pero sí el corazón, con el descomunal esfuerzo de decenas de sus habitantes, que lo mismo les regalarán una sonrisa, como les robarán alguna carcajada, y por supuesto que les provocarán alguna lágrima de gozo, nostalgia y alegría. En el PERIÓDICO “Córdoba 14-12-18”, se mencionan unos comentarios de dos Ilustres personajes locales: --El OBISPO de Córdoba Demetrio González, que dice; << nos hemos dejado robar la Navidad, pues la que ahora nos proponen, del consumo, del gasto, de la borrachera y del desenfreno no tiene nada que ver con Jesucristo y la salvación que Él viene a traernos. La fiesta se ha comido al acontecimiento, es decir, el ruido las luces, las comidas, hacen sombra al misterio de Dios>>.

 -- EL POETA Alejandro Andrada, por su parte comenta: << La sociedad servil, materialista, en la que hoy nos movemos, tratando de copiar modelos de vida vacuos y execrables, traídos de lejos. No es cuestión de nostalgia o melancolía, sino de coherencia, de humildad tangible, de dar valor a las fiestas lumínicas, esenciales, como es por ejemplo, la de la Navidad. Que es la fiesta más pura, hermosa y cristalina>>. Y a los cuales me uno, como he mencionado antes en la introducción, y me repito en que tienen la posibilidad de vivir y sentir el verdadero germen de estos días alegres y familiares. Me permito invitar desde esta publicación periódica a ambas celebridades y a todos/as los/as leyentes de este artículo. Nos han metido Halloween, el Black Fryde, etc. por favor, que no nos cambien también los Reyes Magos por Papá Noel, y no dejen que suban por sus balcones esos muñequitos de los chinos y hagamos un belén como toda la vida. Por tanto vengan y disfruten con sus familiares, mayores y niños a ver este verdadero pasaje bíblico que los hará recordar, añorar, vivir y sentir la verdadera NAVIDAD. Paseen por sus calles adoquinadas, cual felpudos graníticos con los que las pequeñas casas nos reciben hospitalariamente, hasta llegar a la nueva y remodelada Plaza de Los Pedroches, es decir, de todos los pueblos de la Comarca. Y una vez en esta Plaza, mirar hacia arriba y disfrutar de su limpieza lumínica, su calidad de cielo nocturno (declarado Reserva Starlight), y el total acceso a la natural luz de las estrellas (quizás con fe, puede que divisen la Estrella de Oriente una de estas mágicas noches). 

 Dejemos estos días apartando un poco la visa y el oro (con permiso de Gaspar), y centrémonos en el incienso (perfume de la inmortalidad) y la mirra (representando la amargura de la Pasión y Muerte de Cristo). Todo comenzó con aquella anunciación de El Arcángel: <<No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás de nombre Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el reino de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin (Lc 1,30-33)>>. 

Creo que este año, al menos por unas horas, Ustedes cambiarán: el jolgorio y la actual parafernalia por la tradición inmemorial; los escaparates y maniquíes por personas y animales reales; los peligrosos estados etílicos por las sobrias y sanas livaciones de la cultura; las ácidas mariscadas por las dulces migas con torreznos; las luminiscencias artificiales de colores por las tradicionales y flameantes candelas de leña; los trenecitos por el caminar agarrados de la mano o del brazo; en una palabra el falso postureo por la auténtica Navidad. E intentemos ser mejores, más comprensivos, con más humanidad, ternura, paz y amor, más generosos, tolerando las debilidades de otros (como dice un conocido mío, que espero cumpla alguno de estos preceptos durante estos días). Estoy seguro que sí, pues son días para “el puedo prometer y prometo, como lo de dejar el tabaco”. 

 Vivan la Navidad, la auténtica Navidad y siéntanla en ALCARACEJOS, pues sin duda, volverán. 


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