Entre el ocaso y la aurora

ÁUREA OLMO SÁNCHEZ
POZOBLANCO


El ocaso de la vida
es lago de aguas en calma
que sosiega nuestra alma
al ver luchas conseguidas.

Como en el lago reposan
esas aguas estancadas,
así duermen las miradas
que en el futuro se posan.

Pero en ese atardecer…
luces se abren cegadoras
que como bellas auroras
sueños hacen florecer!!

Retoños de nuestros hijos
torbellinos de colores,
¡fuente de vida y amores!
y un caudal de regocijos.

¿qué nos dan estos pequeños
que nuestra vida renuevan
y como el viento nos llevan
a la ciudad de los sueños?

Sois agua fresca de mayo
soplo de aroma a jazmín,
que como en bello jardín
brisas y fragancias hayo.

Ventana abierta al futuro,
mensajero de los sueños,
de nuestros desvelos dueños,
¡fruto del amor más puro!

Qué bien hiciste la vida
Padre nuestro de los cielos,
que nos hicisteis abuelos…
¡y felices sin medida! 


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