Pongamos que hablo de vivir (LI)

JOSÉ ANTONIO CARBONERO FERNÁNDEZ
(Técnico de la Cooperativa Olivarera Ntra. Sra. de Luna de Vva. de Córdoba)


“Hay una grieta en todo, así es como entra la luz”, es una las mejores reflexiones del señor Leonard Cohen, y ciertamente creo que es así, siempre hay un resquicio para que todo cambie, para que evolucione, y así tome otra forma, otro cariz. Si todo fuese plano, sino hubiese alternativas o cambios, sería realmente un sinsentido vivir.

La agricultura varía, patente queda a través de la cambiante climatología acontecida este año, la diferencia con respecto al pasado marzo es impresionante, ayer echaba la vista atrás dando vistazo a los videos que tenía grabados del año anterior por estas fechas, donde se podía ver como prácticamente se anegaban caminos y arroyos, sin embargo este año, una absoluta desidia pluviométrica se cierne sobre nosotros, y así está el sector, deseando que cambie la situación.

Es realmente necesario que llueva, para nuestros olivares y nuestra dehesa, para nuestra comarca en definitiva. Vivimos de la agricultura y la ganadería, son estas dos actividades las que sostienen nuestro entorno, es por ello que el hecho de que llueva o no lo haga es tan decisivo, tanto para la producción de AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), como para la de bellotas, pastos para el ganado, etc.

La producción de aceituna es un tema que se valora de forma trascendental en nuestra comarca, por muchas y diversas razones que hemos comentado en otras ocasiones, en especial, es un elemento que fija la población, sobretodo la joven, que ha sido esquilmada debido a la falta de relevo generacional. Además, es la mejor fuente para generar trabajo que conozco, pues no solo aporta riqueza, sino que la reparte tipo “lotería”, entre todas las familias de nuestro apreciado entorno.

Para nuestra entidad, Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de Luna, ha sido un año realmente histórico, espectacular diría yo, después de qué hace un par de años, ya pensamos que habíamos alcanzado una cifra casi insuperable, puesto que habíamos batido nuestro “record” histórico en prácticamente 10 millones kilos de aceituna (de 12 millones a 22 millones de kilos), este año hemos recogido 24 millones de kilos, 2 millones más que el pasado “record” que ostentamos, por tanto este año también “hemos echado una buena chamá”.

Y es que para nosotros es realmente importante, 24 millones de ilusiones llenas de sacrificio y esfuerzo en una sierra que resulta a la par, preciosa y dura, a veces llena de incertidumbres y desasosiegos, pero agradecida, para nosotros son cotas inimaginables la verdad, a veces me imagino que opinarían al respecto los fundadores de nuestra cooperativa si les contásemos que entre las instalaciones de nuestro centro de Villaharta y las instalaciones nuestra de Cooperativa hemos recepcionado tal cantidad de kilos.

Estamos realmente satisfechos con estos datos, por tanto, sólo nos queda agradecer, como cada año, la confianza depositada en nosotros a todos los socios y clientes de nuestra entidad. Sabemos que ha sido una campaña abundante, donde el principal hándicap ha sido la mano de obra, que llegó a ser escasa durante algunos momentos la verdad, pero una vez resuelto ese tema, todo se desarrolló de forma extraordinaria, dándose entradas en nuestro patio de 400.000 kg, algo realmente increíble, incluso para nosotros.

Ojalá vengan las ansiadas lluvias y rieguen nuestros campos, ojalá volvamos a disfrutar de una campaña como la acontecida, como decía al principio se trata de un sector muy cambiante, donde un año puede ser totalmente distinto al otro, por tanto, hemos de ser conscientes de lo conseguido, y por supuesto, por qué no, ambiciosos, y buscar el cenit, siempre se puede conseguir algo más, siempre se debe buscar “esa grieta en todo”, para que entre la luz.


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