Luis Ponce de sepúlveda construye a su costa la ermita de Jesús Nazareno

ARTURO LUNA BRICEÑO

“E otro sí con condición que el dicho mi hermano y sobrina y descendientes de ella e todos lo demás llamados perpetuamente por la orden hecha sean Patrones de la dicha mi Capellanía que yo dejo (folio 5) establecida e dotada en la dicha Iglesia de Santa Catalina de Pozoblanco que se dice de Santa Caterina e desde ahora por la presente yo les nombro por tales patronos y que sean obligados a hacer cumplir seria dicha administración de ella lo que yo dejare dispuesto y ordenando por mi testamento y otra disposición.

Otro sí quiero y es mi voluntad que todos los sucesores de este dicho Mayorazgo, así hombres como mujeres, tengan obligación precisa, especialmente las mujeres, a casarse con hombres hijosdalgos de sangre noble y limpia. Casa y solar conocido e tal que pueda ser admitido en la orden y Caballería de Santiago, Ordenes Militares y en todos los colegios de España y en los Cargos del Secreto del Santo Oficio de la Inquisición”

Nuestro Padre Jesús Nazareno, 1960.


Este era el mandato que Juan Ginés de Sepúlveda dejó escrito entre los folios cuatro vuelto y cinco de la Fundación de su Mayorazgo.

Mayorazgo y Vínculo perpetuo, (Capellanía) del que hizo escritura en su casa de Pozoblanco, ante Blas Fernández Redondo, el escribano público de la Villa que hizo todas las escrituras del Cronista.

En 1617 muere en Córdoba Don Juan Argote de Sepúlveda, hijo de María de Sepúlveda y tenedor del Mayorazgo fundado por Juan Ginés. Cinco años antes había muerto Marcos Ponce, administrador del Mayorazgo y de la Capellanía. Marcos Ponce, por orden de Bartolomé de Sepúlveda, compró a la viuda de Bartolomé Fernández Redondo la escribanía que su marido tenía en Pozoblanco. A la muerte de Marcos Ponce, la administración del Mayorazgo, la Capellanía y la escribanía pasó a ejercerla Luis Ponce de Sepúlveda. Y se encontraba con que se iba a celebrar un juicio, como así sucedió, para la tenuta del Mayorazgo. Para evitar injerencias y rencillas, decide sacar la Capellanía y sus bienes de Santa Catalina y buscarle una nueva sede, en la que él y su familiar, Baltasar Gutiérrez Aguavieja, se ponen de acuerdo en el traslado y en procurar que no se vuelva a repetir contra los Sepúlvedas otro pleito por limpieza de sangre. 

Nuestro Padre Jesús Nazareno, 1989.


El traslado de la imagen tardó unos años más y conseguir inmunidad para los Arévalos y Sepúlvedas no llegó hasta el año de 1634, cuando ya habían terminado todos los trámites de la sucesión en la tenuta del Mayorazgo. Se le concedió a María de Sepúlveda, hija del Jurado de Espiel, Pedro de Sepúlveda, a quién Juan Ginés había citado como primer llamado a suceder el Mayorazgo, en caso de que el titular muriera sin descendencia, como así había ocurrido.

Baltasar Gutiérrez Aguavieja solicitó a la Inquisición el siguiente cargo, según consta, en el secreto del Santo Oficio: “Baltasar Gutiérrez Aguavieja, vecino de la Villa de Pozoblanco del distrito de esta Inquisición como para alguacil del Santo Oficio y por ellas consta que el susodicho una sola vara de Alguacil del Santo Oficio de dicha Villa de Pozoblanco en cinco mil reales de vellón por tres vidas y que los pagaría luego que se le rematase, y parece que habiendo el susodicho dado petición en este Santo Oficio en once de Julio del año pasado de mil seiscientos treinta y tres en que pidió se le hicieran informaciones de su calidad, y limpieza, y de su mujer y vista por el tribunal mandó le hiciesen en la forma ordinaria y conforme a estilo del Santo Oficio y habiéndose hecho se vieron en él y dieron por bastantes en 22 de Agosto de dicho año de seiscientos y treinta y tres”. 

Cruz de Jesús. 


Cuando tomó propiedad de su cargo en el Concejo de la Villa solicitó para la Santa Cofradía de Jesús Nazareno de Pozoblanco el estatuto de limpieza de Sangre. Y el Tribunal del Santo Oficio de Córdoba se lo concedió.

Desde entonces, para ingresar en dicha Cofradía había que aportar un expediente o sambenito de limpieza de Sangre. Estatuto que perdió en 1757 cuando la Cofradía le hizo un auto de fe a Andrés Peralbo Cruzado, y éste recurrió a los tribunales y ganó el juicio. La sentencia fue que tenían que admitir a él y a su mujer en la Cofradía. Se ejecutó y desde ese año la Cofradía se anuncia sin el apellido del estatuto de limpieza.

El cisma de la Vera Cruz se dio por definitivo cuando se trasladó la imagen de Jesús Nazareno a la nueva ermita. 

Portada del libro ‘Pozoblanco: Historia de la Pasión’.

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